Mi universo Polydin.
Los paladines de Voltron no solo deben liberar a toda la galaxia, sino también deben comprender que son esos sentimientos que sienten los unos por los otros y descubrir si son reales o solo un efecto más de su conexión con Volt...
Podía sentir como el metal crujía antes las potentes explosiones silenciadas por el basto espacio exterior. Las instalaciones se sacudían con cada estruendo y poco a poco, las alarmas se activaban a como la base perdía partes importantes de su estructura.
El general Kimon Fros pulsaba los paneles de la cabina de mando en un intento desesperado de ganar tiempo. Solo necesitaba unos cuantos minutos para abandonar la base antes de su completa destrucción, con su mayor logro a salvo en su contenedor de aislamiento, en lo que otro de sus experimentos continuaba su batalla a muerte.
El general Fros era más un científico que un soldado, un impresionaste genetista que trabajo por décadas a las órdenes del emperador Zarkon, y luego de la bruja Haggar, ante la derrota de este primero. El había ayudado a atender las heridas del emperador ante su primera derrota con los paladines de Voltron, había investigado las rarezas congénitas del mestizaje de lo galra, inclusive en el mismo príncipe Lotor, y tiempo después, fue el director y creador del proyecto Kuron.
Él consideró por un buen tiempo su mayor logro, el haber conseguido clonar con éxito a la forma alienígena que se convertiría en un paladín de Voltron, y después, suplantarlo con éxito con una de sus exitosas copias, que sin problemas logró engañar inclusive al mismo león negro.
Pero desgraciadamente, esa misma copia, había sido seguida por otro de los paladines y su salvaje pelea estaba por arruinar por completo todo su trabajo, sus investigaciones, sus producciones en masa y sus nuevos prototipos.
Nunca tuvo el tiempo para informarle a Haggar de su experimento, se lo guardó todo lo que pudo en lo que perfeccionaba sus nuevos proyectos. Había sido un trabajo arduo; conseguir las diferentes fuentes de ADN de los especímenes, recorrer a traidores dentro de la coalición, ladrones y otros que pudieran obtener las muestras definitivas y viables de los otros cuatro paladines de Voltron.
Intentaron engañarlo más de una vez, pero al final tenía todas las muestras que necesitaba para su terrible proyecto, la creación de cinco super soldados al servicio del imperio galra que pudieran tomar el control de todos los leones de Voltron.
Corrigió los errores cometidos en el proyecto Kuron y logró combinar exitosamente todas las muestras de ADN para asegurar una máxima de compatibilidad con Voltron. Fros había creado cinco nuevos paladines.
Pero aún están en etapa embrionaria, eran jóvenes y delicados, y solo su contenedor era lo único que los protegía de la destrucción a su alrededor. Nadie sabía de su existencia y si Fros no los sacaba de la base, sería como si nunca hubieran existido.
Una nueva y fuerte explosión mandó a Fros del otro lado de la habitación. Las alarmas retumbaron con mayor fuerza en lo que toda la sección oeste de la base, había sido seccionada y se perdía en la fuerza gravitaría de un pequeño planetoide sin vida que orbitaban.
El momento de huir era ese y si Fros no lo hacía, esa base se convertiría en su tumba.
Apretando el contenedor que llevaba sus valiosos prototipos, el general salió corriendo por pasillo en dirección de las naves de escape. El corredor se había llenado de humo, el suelo retumbaba por las fuertes explosiones y a lo lejos se escuchaba los gritos de la batalla.
A pesar de su precaria situación, no pudo evitar pensar en lo embriones que llevaban la sangre aquellos dos paladines que luchaban como bestias destruyendo el lugar, y de los otro a tres faltantes; definitivamente serían los guerreros perfectos. Sus guerreros perfectos.
Con ellos podrían conseguir el control de Voltron y tal vez, hasta del imperio.
Los sueños despiertos de Fros lo distrajeron suficiente de la realidad, para una potente explosión lo desconcentrara y lanzara contra una de las paredes del corredor, el fuerte impacto provocó que un trozo de metal se incrustara en un costado de su cuerpo y que se escaparan de sus brazos su preciado contenedor.
Fros trató de recupéralo, pero finalmente el sistema de gravedad de la base falló ante los daños que había recibido, y el general salió flotando en dirección contraria al contenedor. Se maldijo una y otra vez en lo que intentó aferrase de cualquier superficie, pero el contendor continuaba flotando sin control.
Con una nueva sacudida, el contenedor chocó control una columna de soporte, provocándose que se abriera y un cilindro dentro del saliera proyectado. Fros hizo un último intentó, y se impulsó con ayuda de una palanca, hasta alcanzar el cilindro flotante; desgraciadamente, perdió por completo de vista el resto del contenedor y había desapareciendo sin dejar rastro.
Apretando contra su pecho lo último prototipo de su proyecto y en lo que gotas de su sangre flotaban a su alrededor, Fros maldijo una vez más antes de retirarse flotando por los restos de la base hasta las capsulas de escape.
Las explosiones se incrementaron, lo que quedaba de la base espacial se partía en dos y la mayoría de las naves de escape ya se encontraban inservibles. Fros, logró programar la última antes de que se quedara sin fuerza. Había perdido mucha sangre y le estaba costando respirar.
Una vez dentro de la capsula, aseguró el ultimo cilindro y se colocó la máscara de respiración esperando obtener el tiempo suficiente para huir y ser encontrado por el armada. Lo que el general Fros, brillante genetista y científico, no tenía ni idea, es que una vez que la nave de escape salió disparada de los restos de la base, colisionó con fuerza con una poderosa y veloz estructura que lo lanzó sin control en dirección del pequeño planetoide donde todos los escombros iban a parar.
Toda la lucha, todo el deseo del general Fros, había acabado irónicamente, en picada con todos sus experimentos. Todo a manos de su proyecto Kuron y león que quiso dominar.
En lo que Fros se dirigía a su muerte segura, nunca se imaginó que el resto del contenedor había corrido mejor suerte que él. Había logrado flotar y ser proyectado por las explosiones a la parte de la base donde se enfrentaban los dos paladines. Y una vez que uno resultó victorioso sobre el otro, el león negro lo salvó con una poderosa mordida, trayendo consigo restos de la base, y entre ellos, el contendor con los prototipos de Fros.
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Hola a todos.
Tal vez se preguntarán porque me brinque desde la temporada 2 hasta la 6. Y se debe a que las primeras dos temporadas de la serie son las mejores y si continuaba escribiendo durante el resto de la serie, tendría que rehacer mucho de la trama, así que decidí brincarme al final. Que, por cierto, ya solo queda un capitulo más de este fanfiction. Espero que lo disfruten.
