Esp. 1.0

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Tiempo: Temporada 2 Capitulo 7 – Capitulo 8

El planeta Konib 3 se encontraba cerca de la actual posición del castillo de leones. Era un lugar de frondosa vegetación y vida animal, pero sin ningún habitante de inteligencia avanzada. Existía una pequeña población de humanoides en hemisferio sur que su mayor logro tecnológico había sido hasta el momento la rueda, por lo que una llegada de seres del espacio exterior sería demasiado para ellos.

En uno de sus largos y solitarios bosques lejos de cualquier civilización fue la elección de Shiro para llevar a cabo el entrenamiento que tenía en mente para su equipo. Un claro entre los arboles resultó lo bastante amplió para aterrizar los leones y establecer su campamento base.

–Este es un excelente punto –comentó Shiro admirando el terreno a su alrededor –. Hay bastante espacio, es tierra alta y hay una fuente de agua cerca –se volvió en dirección de sus compañeros paladines con una gran sonrisa –. Esto será fantástico.

Pero su buen humor no era compartido por el resto de los paladines que gruñeron al unísono al depositar el pesado equipo de acampar en el suelo.

–¿Soy yo o Shiro está extremadamente feliz? –murmuró Hunk a sus compañeros en lo que su líder se aproximaba a ellos.

Pero antes de que pudiera obtener una respuesta, Lance comentó alzando la voz:

–No entiendo como un campamento va a ayudar a mejorar la conexión con nuestros leones. Azul y yo ya estamos tan bien sintonizados que a veces creo que sabe mis más oscuros pensamientos.

–Siento lastima por tu león –comentó Pidge dejándose caer agotada sobre los sacos de dormir amontonados en un rincón.

–Si quieres te los cuento –bromeó Lance gimiéndole un ojo a la paladín y con un sonrisa ladina, que ella no tardó en corresponder.

–Si es para aumentar la conexión, Lance –interrumpió Shiro de inmediato la interacción cambiando su semblante jovial por uno más formal –. Pero no será principalmente con los leones, sino con el resto del equipo.

Los demás paladines lo miraron confundidos por unos segundos.

– Y ¿no podíamos hace eso en el castillos? –preguntó de nuevo Lance –. Donde hay aire acondicionado, camas y...

–¡Achu!... –estornudó Pidge dejándole una voz gangosa –. Y filtros de aire. Estúpido polen.

–Por ello vine preparado –explicó el paladín negro buscando algo en su bolsa de acampar, hasta que finalmente sacó de un extraño aparato definitivamente alteano que parecía una flauta de cinco centímetros de largo –. Coran dice que esto ayudará con tus alergias, solo necesitas soplar por él –explicó Shiro entregándoselo a la joven paladín, para luego volverse hacia al chico moreno –. Y Lance, no me imaginaba que te molestaría acampar.

–No me molesta –dijo éste rascándose la nuca –, lo hice miles de veces con mis hermanos. Pero... ¿es el momento más adecuado para hacerlo?

–Lance tiene razón –agregó Keith uniéndose a la conversación, pero rápidamente ganándose unas miradas inquisitivas de sus compañeros –: Sí, sé que suena raro que yo diga eso. Pero creo que no deberíamos continuar donde nos quedamos y encontrar la espada de Marmora –sugirió ocultando su desesperación, aunque esto se debía más a motivos personales.

–Es por eso que debemos estar preparados como equipo –insistió el paladín negro cruzando sus brazos sobre su pecho –. Aunque Ulax nos demostró que no son nuestros enemigos, debemos ser cautos y preparados para lo que fuera para suceder. Como equipos debemos no solo estar conectados al formar Voltron, sino también cuando nos encontramos cada uno por nuestra cuenta. El estar siempre consientes que nuestros compañeros dependen de nosotros es vital para el éxito, es por eso que debe existir compromiso y confianza.

Hilos de TelarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora