¡____Harada ha decidido convertirse en una heroína!
Se mudará a una nueva ciudad para asistir a la academia de héroes. Lo que nunca imaginó es que su nuevo vecino sería también su compañero de clases, y además ¡comparten la misma pasión por los vid...
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Las palabras de Mirio realmente se incrustaron en mi cerebro, estuve días pensando en eso. Aizawa dijo que con la nueva política de la academia, las prácticas que nos correspondían solo se limitarían a oficinas que tengan buena vigilancia. Me desanimé al percatarme que ya no podría ir con Mirko y que, además, no tenía más opciones, ya que Mirko trabajaba sola.
---Tengo que conseguir otro lugar... tendré que buscar mi lista de opciones.---
Bakugo ya había vuelto a la academia hace tres días, lo evité lo mejor que pude aunque el chico estaba mucho más irritable que de costumbre. Me la pasaba con Mina y las otras chicas. Ellas notaron al instante que algo no estaba bien conmigo. No me dejaban sola en ningún momento, lo apreciaba bastante.
Las clases finalizaron y mañana empezaría el fin de semana.
Al llegar a la residencia, subí a mi cuarto y me encerré. Me tiré en la cama, está vez era distinto a los otros días. Golpeé el colchón, una sensación de enojo recorrió todo mi cuerpo y las palabras de Mirio se escuchaban con más claridad.
---¿Qué estoy haciendo? Desde el inicio vine aquí para convertirme en una de las mejores heroínas. ¿Por qué me estoy desgastando tanto con el tema de Bakugo?--- me senté en la cama. ---Quizás debería ser más como él y no dejarme consumir por las "distracciones".--- fruncí el ceño ante lo último. Me puse de pie y me dirigí al baño.
---Me veo patética...--- pensé viéndome al espejo. No me había percatado de mi mal aspecto. Me di una ducha y me vestí con mi ropa de entrenamiento. Saldré a hacer algo útil.
Alisté mi bolso y me teletransporté hasta la entrada de la academia. Pensé en salir, pero decidí que era mejor opción quedarme en los alrededores.
Caminé en silencio por las instalaciones, buscando un lugar apto para entrenar. Intenté ignorar mis pensamientos recurrentes desde aquel día, ya no quería seguir hundiéndome pensando en cosas a las que, al parecer, solo yo les daba importancia.
Llegué al patio trasero, donde una vez vine a almorzar con Bakugo. No era muy amplio y tenía varios árboles. Colgué mi bolso en uno de ellos y golpeé mis mejillas para evitar pensar en él.
---¿Cómo puedo aprovechar mi Quirk al máximo?--- pensé en mi movimiento especial que había creado hace varios días. Podría reforzarlo para que no me consuma tanta energía.
Sin pensarlo mucho más empecé a teletransportarme por todo el patio a una gran velocidad. De vez en cuando veía como los pájaros se posaban en el piso, rápidamente iba hasta ellos con mi Quirk y los rodeaba a grandes velocidades, ellos se asustaban y se iban volando de inmediato.
