¡____Harada ha decidido convertirse en una heroína!
Se mudará a una nueva ciudad para asistir a la academia de héroes. Lo que nunca imaginó es que su nuevo vecino sería también su compañero de clases, y además ¡comparten la misma pasión por los vid...
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Nuevo día en la U.A. La entrada de la escuela estaba llena de personas que parecían ser de la prensa. Cuando vi que había una multitud de personas acercándose hacia mí, usé mi habilidad y aparecí en el salón.
---Estuvo cerca.--- el salón estaba casi vacío, solo había una persona. Todoroki me miraba en silencio.
---Tsk.--- hice un sonido de molestia y me fui a mi asiento. No queria hablar con el idiota. Recosté mi cabeza en la mesa y cerré los ojos.
Luego de unos minutos la clase dio inicio. Aizawa dio una pequeña retroalimentación de la prueba de ayer.
---Bakugo, debes dejar de actuar como un niño de 7 años. Estás desperdiciando tu talento.---
---.... lo sé.--- vaya, no creí que lo reconocería.
---Midoriya ¿Planeas destruir tu propio brazo cada vez que pelees?--- él no dijo nada, solo miró al piso nervioso.
---Todoroki, la prueba era en equipo. ¿Qué es eso de no dejar a tu compañera hacer nada?--- él tampoco dijo nada.
---Bueno, ahora sigamos con las cosas del salón.--- hizo una pausa. -Lamentablemente, debemos elegir a un presidente de la clase.---
---¿Un presidente?--- pensé. Al parecer aquí también es necesario uno de esos. Varios compañeros se estaban postulando, yo igual levanté la mano. Iida sugirió hacer una votación. Voté por mí misma.
Al final Midoriya quedó como presidente y Yaoyorozu como vicepresidenta.
Llegó la hora de comer. Fuí a buscar comida y antes de que pudiera teletransportarme, Midoriya se acercó.
---Hola, Harada-san. ¿Podrías darme tu número?.--- alcé la ceja ante lo último. No sabía qué Midoriya era tan atrevido. Pareció notar mi confusión e inmediatamente su rostro se puso rojo.
---E-es para agregarte al grupo del salón.--- dijo rápidamente, nervioso. Solté una carcajada.
---Sí, no hay problema.--- le di mi número Y me agregó al grupo.
---Ya está.--- sonrió tranquilo. Luego notó mi bandeja. ---Puedes venir a comer con nosotros, si quieres.--- apuntó a una mesa, Uraraka y Iida ya se encontraban ahí.
---Muchas gracias, Midoriya.--- no hacía mal sentarse en el comedor con los demás de vez en cuando.
---Hola, ___-chan.--- saludó Uraraka amablemente.
---Bienvenida, Harada-san.--- dijo Iida moviéndose como robot.
Nos sentamos a comer y hablamos sobre los deberes de Midoriya en la presidencia. De pronto, una alarma nos alertó.
