Tarada-san

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 ---Capítulo 36---

"Ni una palabra, jamás."

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Durante nuestro entrenamiento, me percate que Shinsou se había vuelto muy hábil, se notaba que se estaba esforzando al máximo. También, hablamos un poco sobre nuestras técnicas.

---¿Has intentado pensar en una nueva técnica con tu Quirk?--- preguntó mientras bebía de su botella.

---Tengo algo pensado, pero me da miedo intentarlo contigo. Puede salir muy mal.--- dije preocupada. Shinsou asintió.

---¿Sabes? Recordé lo que me dijiste hace un tiempo, sobre lo de tener más herramientas.--- asentí escuchándolo. ---Le encargué al departamento de apoyo que me construyera un aparato.---

---¡¿EN SERIO?! ¿QUÉ ES?--- pregunté emocionada.

---Lo verás cuando esté listo.--- sonrió ligeramente.

Luego hablamos sobre el festival cultural. Resulta que la clase de Shinsou haría una casa embrujada, no me lo perdería por nada del mundo. Lo invité al concierto que iba a dar en mi clase. Después de eso llegué a mi habitación a dormir.

A la mañana siguiente, me duché y bajé al living lo más rápido que pude. Al ser sábado, ensayaríamos desde temprano. 

Como los chicos encargados del escenario estarían ocupados con el lugar oficial de la presentación, decidimos que ensayaríamos en la residencia. Yo usaría la pequeña mesa que me había prestado Jirou, ya la tenía dominada al 100%.

Mientras estábamos en eso, Midoriya entró exaltado a la residencia.

---¡Harada-san! Mira quién vino a visitarnos.--- Eri se asomó con timidez por la puerta.

---Denme un momento.--- les dije a los de la banda y me teletransporté a ellos con rapidez. ---Hola, Eri-chan. ¿Cómo estás?--- dije mientras le acariciaba la cabeza. ---Me encanta tu vestido.---

---Gracias, ____-san. Me encuentro bien.--- moría de ternura con su voz.

Tomó la mano que yo tenía sobre su cabeza y la sujetó con fuerza entre sus manitas. Al parecer, quería entrar a ver que estábamos haciendo.

---Estamos ensayando para el concierto que daremos en unos días. Yo manejo el sonido en una gran mesa, pero ahora estoy usando esa de ahí.--- señalé la mesa y avance para que la viera. Ella caminaba con timidez. ---Estos son algunos de nuestros compañeros.--- todos saludaron, incluso Bakugo.

---Que genial, ____-san. Vendré a animarlos el día del festival.--- asentí y vi que Midoriya se acercaba.

---Mirio y yo iremos a darle un paseo por la academia. ¿Vienes, Harada-san?--- negué delicadamente con la cabeza.

El destino de los heroes (Bakugo Katsuki Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora