¡____Harada ha decidido convertirse en una heroína!
Se mudará a una nueva ciudad para asistir a la academia de héroes. Lo que nunca imaginó es que su nuevo vecino sería también su compañero de clases, y además ¡comparten la misma pasión por los vid...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▼▼▼
---¿Qué?--- pregunté en voz alta, preocupada.
---Le pedí autorización a Aizawa-sensei para volver a casa hoy mismo.--- informó Uraraka con un gran bolso en la mano. ---Extraño mucho a mis padres.--- sonrió nerviosa.
Esto pasó apenas llegamos de la jornada de trabajo de hoy.
Cuando el bus finalmente llegó a terrenos de la academia, Uraraka se apresuró a bajar e ir a paso rápido para entrar a la residencia. Creí que quería ir al baño o algo, así que no le di demasiada importancia y me apresuré a despertar a Katsuki, se había dormido en mi hombro.
Todos los demás nos reunimos afuera del bus para entrar todos juntos a la residencia. Apenas pusimos un pie dentro, la mayoría nos dirigimos a la cocina para comer algo.
Mientras comía un delicioso sándwich junto a Shinsou, escuché pasos apresurados bajando la escalera. Me asomé por la puerta y vi a Uraraka con ropa cómoda y un bolso. Muchos la interrogaron, y en eso estamos ahora.
---Pero está oscuro afuera, ¿no sería mejor esperar hasta la mañana?--- preguntó Asui notablemente preocupada.
---Mis padres vendrán a buscarme ahora, ya les avisé.--- agitó el celular en su mano.
Intercambié miradas con las chicas, ninguna sabía qué decir. Esto era muy extraño, ¿por qué pediría irse ahora mismo cuando faltaban solo unos días para que todos fuéramos libres de hacerlo?
Eso solo indicaba una cosa, algo grave le estaba pasando para querer alejarse así de repente.
Recuerdos de hace algunos años llegaron a mi mente. Cuando los de mi antigua escuela empezaron a burlarse de mí entré en un corto periodo depresivo. Al principio fingía que no pasaba nada delante de mis padres para no preocuparlos. Incluso creí que debía distanciarme un poco de ellos para que no lo notaran, pero con el tiempo me era difícil esconder mi tristeza y tuve que decirles lo que sucedía. Ellos comprendieron y reaccionaron rápido, así que mi caso no pasó a mayores.
Incluso recordé el periodo que estuve peleada con Katsuki. Cómo sabía que el chico querría mantener nuestro tema en secreto, nunca me atreví a hablar con nadie sobre eso. No poder hablar del tema me había estado matando y se notaba solo con ver mis ojeras.
Me asusté al encontrar algunos patrones de mi experiencia reflejados en ella. Fingir estar bien delante de los demás, pero cuando nadie te mira tu expresión cambia a una vacía, intentar alejarse del resto de tu círculo para que no se den cuenta...
Sin darme cuenta, mi cuerpo ya había empezado a caminar hacia ella. Quería hacer algo por ella.
---Uraraka, ¿tienes un momento?--- pregunté señalando a la puerta. Mi voz salió más seria que de costumbre. Noté como muchos me miraron con asombro, incluso Katsuki.
