¡____Harada ha decidido convertirse en una heroína!
Se mudará a una nueva ciudad para asistir a la academia de héroes. Lo que nunca imaginó es que su nuevo vecino sería también su compañero de clases, y además ¡comparten la misma pasión por los vid...
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Tuve que limpiar mi habitación apenas llegué, realmente se notaba el mes que estuve ausente. Había polvo por todos lados.
Estuve un par de horas limpiando. Ahora estaba terminando de barrer el lugar.
Escuché como alguien tocó la puerta. Rápidamente la abrí.
---Nerd.--- sonreí al escuchar mi apodo.
---Katsuki, estaba limpiando.--- lo invité a pasar.
---Mi habitación también estaba de la porquería cuando llegué.--- comentó. Alcé mi ceja cuando vi que tomó la escoba que yo estaba usando antes de que llegará, me apresuré a quitársela.
---Nada de eso. Necesitas reposo.--- lo reproché. ---Acuéstate en mi cama, si quieres juega con mi consola.---
---Tsk.--- frunció el ceño. ---Estás peor que la bruja de mi mamá.--- se sentó en la cama.
---No quiero que tus heridas se vuelvan más graves.--- tomé la escoba y continué barriendo. ---¿Aún no puedes mover el brazo?--- pregunté.
---No. Es una mierda muy irritante.--- miró su brazo con el ceño fruncido. ---Debo hacer unos estiramientos una vez al día para que mi mano recuperé su movilidad. Aunque aún no logró que se mueva.--- vi cómo ponía una cara graciosa, parecía que estaba intentando mover la mano ahora mismo. No lo logró. ---Como sea, muéstrame lo de tu Quirk.---
Le había contado lo que me dijo la doctora por mensaje, antes que a los demás. Terminé de barrer y le dije que me intentaría teletransportar frente a él. Al usar mi habilidad, aparecí frente a la puerta del baño...
---Tengo que cerrar los ojos para que sea preciso.--- comenté dando un suspiro pesado. Apunté a mi cara para que se fijara en mis ojos. Los cerré y aparecí frente a él. ---Espero curarme rápido, esto definitivamente será una molestia durante los entrenamientos.--- el chico levantó la cabeza para verme.
---Estamos de la mierda.--- soltó con ironía, no pude evitar dar una carcajada.
---Lo sé, pero estamos vivos.--- me intenté agachar para quedar a su altura, pero el yeso hizo que perdiera el equilibrio. Katsuki me sujetó con su brazo antes de caer al piso. ---Cómo odio este yeso.--- me quejé, sentándome junto a él.
Inesperadamente puso su mano en mi mejilla y me besó. Cerré los ojos para disfrutar el momento, hace tiempo no estábamos solos. Este instante hizo que mis preocupaciones y molestias se esfumaran.
---¿Te quedarás a dormir?--- susurré apenas separamos nuestros labios, no quería romper el ambiente. ---Desde que estábamos en el hospital que no dormimos juntos, lo extraño.---
