Desde que unos paparazzi le tomaron fotos en la playa durante sus vacaciones el verano pasado, Juanjo se sentía reacio e inseguro ante la idea de desnudos públicos. Todavía recordaba los titulares y comentarios, la mayoría hipersexualizando su torso desnudo y un bañador que describían como "tan pequeño que no dejaba espacio a la imaginación".
Quizás por eso le escandalizaba tanto que Martin se paseara libremente en todo su esplendor. Temía que, en cualquier momento, apareciera un hombrecillo con una cámara de última generación, apuntándole con flash y haciendo zoom para asegurarse de encuadrar a Juanjo también en la foto, con la entrepierna de Martin posando de forma divertida junto a su cara.
De nuevo, Juanjo tenía mucha imaginación, pero en su defensa, la prensa era impredecible y le había jugado muchas malas pasadas.Martin no tuvo más remedio que ir a vestirse de inmediato cuando Violeta se lo ordenó. Alzó la voz tras tratar de tapar el cuerpo de su hermano con el suyo propio, colocándose justo delante de él con una sonrisa nerviosa y tirante mientras miraba al recién llegado. Se disculpó con Juanjo de nuevo, pero el chico no pudo evitar una risita mientras Martin rodaba los ojos y suspiraba frustrado.
La imagen le recordó a un niño rebelde que, en lugar de decir palabrotas para defenderse, preferiría bajarse el pantalón y mostrar el culo a cualquiera como burla, dejando a su madre en evidencia en cualquier lugar.—¡Y ponte una camisa para comer! —exclamó Violeta cuando el trasero de Martin ya rebotaba escaleras arriba.
Chiara empezaba a poner la mesa en el jardín, justo en un lateral de la casa donde tenían una mesa de hierro forjado, elegante a pesar de su antigüedad. Estaba en la sombra, bajo uno de aquellos árboles que llevaban allí plantados más años de los que sumaban todos los presentes juntos. Juanjo, aún sin saber muy bien qué hacer, siguió a la chica de cerca, cargando los vasos y cubiertos que Violeta le había puesto en los brazos segundos antes.
Martin no tardó en reunirse de nuevo con ellos, ahora llevando un bañador corto color melocotón y una camisa blanca desgastada, totalmente desabotonada y arrugada hasta los codos, aunque seguía andando descalzo. Si Juanjo no lo hubiera visto minutos antes de la forma en que lo hizo, diría que aquel bañador le favorecía bastante a su silueta, pero la verdad es que Juanjo ya tenía claro que el chico, llevara la ropa que llevara, ganaba al desnudo. Aun así, Juanjo pensó que Martin se veía bien con esa camisa extra grande y arrugada y aquel traje de baño. Como ya creo haber mencionado, Juanjo pensaba que Martin era bastante guapo, aunque también pensaba que las chicas lo eran, por lo que no es algo que se deba destacar. Al menos por ahora.
El chico se movía rápidamente de aquí para allá, esquivando con gracia a su hermana y a su cuñada cada vez que entraba y salía de la cocina, ganándose algún que otro manotazo de estas.
Juanjo aún se sentía fuera de lugar, por muy simpáticos y familiares que parecieran los demás. Aunque debería admitir que sabía que tendría que intentar integrarse. Hacía mucho que no se permitía relajarse y bajar la guardia, más aún desde que no se sentía juzgado solo por su presencia en cualquier lugar. Sentía que sería capaz de hacerlo allí conforme pasaran los días. Pero tenía mucho que asimilar aún. Por ejemplo, el hecho de que estaba literalmente huyendo de la realidad, acabando en esa isla, en un pueblo tan pequeño que ni siquiera se podía localizar en un mapa, del que no mencionaremos el nombre por temor a que alguien demasiado atento pudiera dar con el paradero de Juanjo.
—¿Eres alérgico a algo? —los ojos de Martin se cruzaron en su campo de visión, sacándolo del ensimismamiento y sobresaltándolo. El olor a menta se intensificó al instante ante su cercanía.
—A los ácaros, creo.
—Vaya, tendré que decirle a Violeta que no podremos comer ensalada de ácaros entonces. Qué pena, le sale deliciosa.
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OASIS
FanfictionDonde juanjo, un cantante muy popular en la industria musical, se ve involucrado en un escándalo mediático que amenaza con destruir su carrera. Buscando huir de los focos, acaba refugiándose en un pueblo perdido a orillas del mar. o Donde martin, un...