11. La lógica del amor.

5K 449 251
                                    

Martin.

—¡Vamos! ¡Decídete ya!

—Shut up! You're a pain in the ass!

—Y tú eres la esposa más despreocupada de toda la isla. Lo has dejado para el último momento. Si vuelves a insultarme, te dejo aquí sola, y no te ayudo a buscarle ningún regalo a Violeta. Tú sabrás si quieres que mi hermana te pida el divorcio el día de vuestro aniversario...

—Nada de divorcio. No digas eso ni en broma. No más insultos. Este vestido, es bonito, ¿verdad?

—No. Bueno, sí, es bonito, pero no es para Violeta. Imagínatela con esto puesto... no.

—Tienes razón. Quizás algo con flores. Vamos por aquí.

—¿Vas a preparar la cena esta noche para celebrarlo?

—Ajá. Para los cuatro. Aunque después... ¿no te apetecería otra escapada nocturna con Juanjo como todas estas últimas noches?

—¿Escapada nocturna?

—Violeta ronca demasiado alto y me he quedado sin tapones para los oídos, así que os escucho llegar de madrugada, escucho la ducha y la puerta de la habitación cerrarse. De las dos habitaciones, de las dos que hay además de la mía. No intento cotillear, solo te pido que sigáis haciendo eso que hacéis esta noche. Quiero un poco de intimidad con mi mujer en la noche de mi aniversario.

—Ya, ya. Ya me imaginaba que la monotonía del matrimonio acababa con tu vida sexual. Aunque creo que esta noche iré a ver a Pablo en realidad. Por Juanjo no te preocupes, se pone a leer cómics de superhéroes cuando llega a la cama y creo que se evade del resto del mundo, no creo que le molesten algunos gemidos desde la otra habitación, le estimulará la lectura.

—Eso de los cómics... no me preguntes por qué, pero ¿no le pega muchísimo? Y otra cosa, ¿por qué no te olvidas del viejo ya? Es realmente desagradable pensar que te refriegas contra su pecho pellejo. ¿Qué tal este, te gustan las margaritas? Ya, a mí tampoco. Y lo del viejo... Seguro que puedes encontrar a alguien mejor, alguien más de tu edad. Seguro que Pablo es buena persona, pero eso de que sea tan mayor... ¿Este? Es mono. Pero a Violeta y a mí nos gustan los escotes. ¿Qué? Ahora no te hagas el tímido. Lo que te decía, me da repelús que te tires al viejo.

—Ese vestido no, tienes el gusto en el culo. Los que tienen la espalda descubierta son sus favoritos. Y Pablo no es un viejo. Quizás te da repelús porque sigues empeñada en creer que tiene setenta años; tiene cuarenta y cuatro, es como... mi padre.

—¿Y eso te parece convincente?

—No. No sé por qué he dicho eso.

—Creo que ahora me da incluso más repelús que antes. ¡Este! Es precioso, no me digas que no. Vale, vale, quita esa cara, busco otro. Pero a Violeta seguro que le hubiera encantado el amarillo chillón. ¿Qué estaba diciéndote? Ah, ya. Yo no quiero meterme en tus asuntos, solo soy tu cuñada, pero a veces me siento un poco como tu madre, así que puedo fisgonear un poco, como cualquier buena madre que se preocupa por su hijo. ¿Te gusta realmente el viejo?

—¿Puedes llamarlo por su nombre? Si alguien te escuchara... No me gusta Pablo. ¿Sabes de qué va el sexo sin amor? De sexo. Sin amor. Nada de amor. Cero amor. Solo me lo paso bien en la cama con él. Los dos estamos de acuerdo con eso, ¿cuál es el problema?

—Ninguno. Si a ti eso te llena... pues perfecto. ¿Has estado en alguna relación seria antes?

—¿En plan novio? No. Suelta ese vestido por favor, Chiara, ni hablar. Nada de encaje naranja. ¿Qué estaba diciendo? Me he despistado. ¿Qué te decía?

OASISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora