Te va a destruir de la manera más bella.
Y, cuando se vaya, finalmente entenderás
porque los huracanes tienen nombres de personas.
Mario Benedetti.
«Ojalá pudiera retroceder en el tiempo».
Dudo que existan personas que hayan tenido este pensamiento en su cabeza tanto como yo. Es una constante, al menos una vez al día regresa con fuerza, y me demuestra el peso de algunos errores y sus consecuencias.
—Oye, ¿te vas a quedar ahí todo el día?
Pestañeo y doy un suspiro. Hoy el calor es abrumador. Sostengo la pelota de vóley en mis manos y lanzo hacia arriba, hago mi remate y la bola atraviesa la red para que mi amigo Brandon, que está con el equipo rival, reciba y el resto de los muchachos hagan su juego. Kaz se levanta a una altura envidiable y la pelota regresa a nuestro terreno. Paolo se lanza sobre la arena en un intento por lograr que no golpee la arena, pero es en vano. Nuestros rivales gritan y festejan un nuevo punto adquirido. Aprovechamos el sol después de varios días de lluvias torrenciales. Ciudad del Cabo tiene ese no sé qué, eso que te atrae como un imán y nunca te deja ir. Me gusta la playa, la ciudad, la multiplicidad de etnias, el calor de su gente. Es mi hogar y debo reconocer que he sido muy feliz aquí. Hasta hace dos años y medio atrás, era inconcebible pensar mi vida en otra ciudad.
—Disculpen, ¿pero alguno podría mover el culo de vez en cuando? Digo, alguien que no sea yo. —Nos reprocha a todos Paolo, y debo confesar que tiene razón, pero es que simplemente nos ha tocado la peor parte.
Cameron está más preocupado en que el viento lo despeine que en el partido, Martin, bueno, digamos que tiene un serio problema de celos ahora que Damián ha decidido quedarse conversando con un par de pacientes con las cuales se encontró aquí. Luciano y Alexander están más pendientes uno del otro que del partido. Del otro lado de la red la cuestión cambia de manera drástica. Tengo a Kaz, Brandon, Azali, Bastian, Dominic, Mike y Danisa que disputan cada pelota como si se tratara de un campeonato internacional ¡Por supuesto que van a derrotarnos! ¡Y lo peor es que ni siquiera nos dejarán conservar nuestra dignidad!
El viento sopla con fuerza y me detengo en las olas que rompen cerca de la playa. Miro hacia el horizonte.
—Algún día nos iremos de aquí. Buscaremos un lugar de sol, playa, un lugar salvaje como nosotros.
—Pensé que querías que nos alistáramos en el ejército.
—Por supuesto, pero después de eso, viviremos, Mario. Viviremos y seremos felices. Saldremos de este sitio y jamás miraremos atrás. Será como esas pesadillas que terminan cuando tus ojos se abren y caes en la realidad.
Las olas se desvanecen una vez más en esta playa repleta de personas. El corazón se me encoge porque, a veces, su voz es demasiado nítida, todavía se siente así, como la primera vez que esbozó aquellas palabras.
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PENUMBRAS S.B.O Libro 13 (Romance gay +18)
RomanceLa vida de Eddie Baltimore siempre fue difícil. Con un padre alcohólico y una madre ausente, su único refugio desde muy temprana edad fue su amigo Mario. Uno que con el tiempo se convirtió en algo más. Alguien por el que estaba dispuesto a dar todo...