La belleza que Van Gogh encontraba
en el cielo, tú la tienes en el alma.
—Hangell
Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
Un mes después.
Eddie se sentó en el confortable sillón blanco y se deleitó con la imagen de sus hijos durmiendo en sus cunas.
—Debe continuar en revisión, pero por lo observado, los procesos cognitivos se están normalizando.
—Siempre fue muy inteligente. Todo irá bien.
El doctor Damián Blake le recomendó a Eddie un nuevo médico para su hijo. Uno que consideraba más «empático». Marito, al parecer, estaba más que feliz porque ya no lloraba cuando lo llevaban a revisión, al contrario, saltaba de alegría cuando se encontraba con el joven.
Mario le había traído una propuesta de casas muy cerca de la zona donde vivían Luciano y Alexander. A Eddie le gustó la idea. Tener una casa cerca de la playa fue un sueño que nunca pudo concretar.
«La primera vez te fallé y te alejaste. Hoy te prometo un lugar al que llamaremos hogar. No todo será color de rosa porque eso es irreal, pero siempre te escucharé, y resolveremos las cosas hablando, o en la cama. Como tu prefieras».
La inspectora Carreras se había comunicado con él, del mismo modo que el fiscal. El caso estaba cerrado en Estados Unidos. Ambos le desearon felicidad.
«Si encuentras un lugar cálido en la playa y buena compañía. Por favor, sujétate de eso».
Era la primera vez que un comentario de Marie lo hacía reír. Fue lindo saber que las cosas habían quedado aclaradas. La mujer mostró consternación cuando su mensaje llegó tarde aquella vez, y el hogar de Dani y Bruno fue atacado. Eddie no la culpó, todos fueron engañados por Diana, en mayor o menor medida.
La puerta del departamento se abrió. Eddie entró en tensión una milésima de segundo y se relajó. Estaba yendo a terapia para controlar eso. El miedo no lo paralizaría, no le daría esa ventaja a un enemigo que solo albergaba su cabeza.
—¡Amor! ¡La pizza se enfría!
Mario gritó desde la cocina. Eddie se dirigió allí y su hombre ya estaba abriendo la caja y buscando los platos y las copas para el vino.
—¿Los pequeños?
—Dormidos—replicó Eddie y le dio un beso en los labios.
—¿Una noche romántica?
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PENUMBRAS S.B.O Libro 13 (Romance gay +18)
RomanceLa vida de Eddie Baltimore siempre fue difícil. Con un padre alcohólico y una madre ausente, su único refugio desde muy temprana edad fue su amigo Mario. Uno que con el tiempo se convirtió en algo más. Alguien por el que estaba dispuesto a dar todo...