—Así que te quedarás conmigo. Genial, más sexo mañanero.
Bruno se carcajeó mientras la mujer sobre él se movía en círculos con seducción y comenzaba a cabalgarlo. Era un deleite, un espejismo que brotaba de la mente sucia de un simple mortal ante una diosa insaciable. El cabello largo caía en ondas sobre sus senos enormes y acariciaba sus pezones rosados. Las manos de Bruno vagaron por la piel desde el cuello esbelto hasta sus tetas perfectas y se estacionaron en su cintura para guiar y dar más velocidad.
—Un día de estos me vas a matar—pronunció Bruno mientras Dani caía sobre la verga resbaladiza y gemía.
—Eres casi una década más joven que yo, amor—recordó la mujer—. Si yo aguanto un maratón, tú también puedes.
Bruno se mordió el labio inferior y la giró en la cama para que su espalda diera contra el colchón. El hombre se enterró en ella y el vaivén se tornó implacable. Dani cruzó las piernas en su cintura y lo dejó hacer. Se entregó al disfrute y al placer que su hombre sabía darle.
—Te amo, señorita Janssen—susurró sobre su boca antes de perderse en ella y lograr que su esposa perdiera toda racionalidad. Eran ellos y, en ese momento, su mundo se reducía al amor y al placer que ambos se daban.
Yacieron sudados y saciados, envueltos el uno en el otro. Danisa pensó que la maternidad la haría menos sexual. Había escuchado cientos de mujeres que decían que el sexo se tornaba algo secundario. Para ella, siempre fue primordial. Le encantaba estar con Bruno, satisfacerlo y que él la orillara a orgasmos alucinantes que estremecían su cuerpo y la dejaban con una sonrisa de oreja a oreja.
Bruno le acarició el rostro con la punta de los dedos, apartó un mechón de cabello platinado adherido a su frente.
—¿Qué pasa?—preguntó Danisa en susurros.
—Nada, es solo que estoy tan enamorado de mi mujer.
Danisa sonrió y Bruno sintió que la habitación se iluminaba. Adoraba a esa diosa, si por él fuera, la tendría en su cama todos los días, a cada minuto y la follaría sin descanso. Una especie de bestia en celo que no entendía la palabra control. Es así como ese hombre simple y tierno se tornaba alrededor de la mujer más hermosa que jamás soñó tener en sus brazos y, mucho menos, hacerle el amor.
—La casa estará concurrida—agregó Danisa. Su mano dibujaba trazos sobre el pecho musculoso de Bruno—. Mis hermanos también vendrán, y como Paolo estará, pensé en invitar a su esposa.
—Me parece genial.—Bruno dejó un beso en su frente—. Habrá un gran bullicio, bueno, más del que hay normalmente.
Bruno amaba el clima familiar. Desde que era un niño se llevó tan mal con sus padres y su hermano mayor que, encontrar una familia con la mujer de sus sueños, todavía se sentía irreal.
—A ti te pasa algo más—pronunció Danisa e intentó desvanecer la preocupación en el ceño fruncido de su pareja.
—Tengo miedo—confesó Bruno—. Por un lado, me siento aliviado de quedarme, es decir, dije que quería ir con ellos, pero la realidad es que...
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PENUMBRAS S.B.O Libro 13 (Romance gay +18)
RomansaLa vida de Eddie Baltimore siempre fue difícil. Con un padre alcohólico y una madre ausente, su único refugio desde muy temprana edad fue su amigo Mario. Uno que con el tiempo se convirtió en algo más. Alguien por el que estaba dispuesto a dar todo...