Dubrovnik, Croacia
Veinticuatro horas después.
—Muy bien, muchachos.—Brandon se levantó de su asiento y buscó su mochila con el paracaídas—. Estamos casi en el punto. Fiodor nos dejará aquí y es nuestro problema cómo saldremos vivos, ¿quedó claro?
—Sí, jefe—agregaron los hombres que lo acompañaban en esta misión.
Brandon tocó su bolsillo, extrajo la foto que siempre llevaba con él. Fue una de las primeras que se sacó junto a Bastian. Fue un día de frío intenso. Ambos llevaban abrigos oscuros y salían abrazados. Brandon tragó saliva.
—¿Alguna vez serás capaz de dejar esto?
—Sabes que debo hacerlo por Eddie.
—No hablo de Eddie, tú siempre buscas la forma de seguir atado a ese trabajo ¿Tantas ganas tienes de morir?
—No ha nacido el hijo de puta que me derrote, amor. No todavía.
—Por mi bien, espero que así sea.
Brandon besó la fotografía y la colocó de nuevo en su bolsillo. Se dijo muchas veces que se alejaría, se había dicho en cientos de ocasiones que podía ser feliz solo con Bastian en sus brazos. Aun continuaba aceptando operaciones militares, todavía ponía su vida en peligro.
«¿Alguna vez serás capaz de dejar eso?».
Y la respuesta le dolía más a él que al propio Bastian.
Baltimore acomodó el chaleco antibalas y la mochila que llevaba el paracaídas. Ajustó el lazo y Mario le sostuvo la mano.
—Ahí está bien—dijo con una sonrisa. Baltimore arqueó una ceja.
—Como en los viejos tiempos, ¿no?
—Sí, ya te extrañaba.
—Soy muy bueno apretando tu lazo.
—Sí, aprietas como nadie.—Ambos rieron.
Su vista fue hacia Étienne que, por algún loco motivo, seguía ahí y no se perdía detalle de sus interacciones. Eddie intentaba mantener distancia, pero a veces, resultaba imposible.
—Agradezco que estés aquí.
—No lo hago por ti. Tú me pareces un idiota.
—Sé que lo haces por Mario. Por eso te doy las gracias.
Étienne no había esbozado palabra, se quedó allí, estático. Baltimore le había tocado el hombro y se había alejado. A veces, los seres humanos somos extraños, ese fue el pensamiento de Eddie en ese momento. Por instantes, odiamos y amamos con la misma intensidad, por otros, queremos irnos del mundo y que deje de doler, después sucede algo que nos hace recobrar la confianza y la energía vital para seguir viviendo.
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PENUMBRAS S.B.O Libro 13 (Romance gay +18)
RomanceLa vida de Eddie Baltimore siempre fue difícil. Con un padre alcohólico y una madre ausente, su único refugio desde muy temprana edad fue su amigo Mario. Uno que con el tiempo se convirtió en algo más. Alguien por el que estaba dispuesto a dar todo...