Narradora-
- Akemi, no corras!- dijo mientras intentaba alcanzar a su hermana.
- No me atrapas!- dijo sacando la lengua cuando derrepente choco cayendo al suelo.
- Perdón, estás bien pequ...- antes de que pudiera terminar un gran escalofrío paso sobre la peliblanca al ver a ambos pequeños.
- Que linda...- dijo la pequeña mirando encantada a la mayor.
- Oye no digas esas cosas, discúlpate- regaño su hermano.
Entonces la pequeña rubia se puso de pie y junto a su hermano hicieron una pequeña reverencia.
- Lo sentimos!- dijeron los dos pequeños al unisonido- Está bien, señorita?- pregunto extrañada la pequeña al ver que la peliblanca tenia una expresión rara.
- Fuyumi, pasa algo?- se acercó su hermano preocupado por la chica quien se había detenido.
- Shoto, mira...- murmuraba la peliblanca mientras veía atónita a los dos pequeños que no entendían lo que pasaba.
El de cabello blanco y rojo se acercó y su rostro torno a una expresión similar a la de su hermana.
- Que lindo...- murmuró Akemi aún más encantada.
- Ellos...- murmuraba el chico sorprendido.
- Es como verlos a ellos mismos...- decía la peliblanca aún en shock.
Entonces los ojos de la pequeña se iluminaron emocionados.
- Ah, es papi! Kazuki vamos!- dijo Akemi sonriendo para tomar de la mano a su hermano y correr.
- Kazuki...- dijo la peliblanca paralizada.- Entonces el...- murmuró para voltear a ver en la dirección donde habían ido los dos pequeños.
Un tipo alto con polera y capucha que cargaba a los dos pequeños que le sonreían tan emocionados.
Entonces un escalofrío paso en los dos Todoroki cuando la mirada del chico choco con la suya.
Era el.
Su hermano mayor, Touya Todoroki.
La peliblanca llevo su mano a la boca sorprendida perdiendo fuerzas en la piernas cayendo al suelo mientras el hermano más joven abrió los ojos sorprendido apretando los dientes
A pesar de que ya era un héroe profesional apretaba su puño con desesperación sin saber que hacer, era el.
Se suponía que debía detenerlo pero esos dos niños se veían tan contentos con el que simplemente se quedó inmóvil y no hizo nada.
- Siguen siendo los mismos idiotas...- murmuró el peliblanco para si mismo.
- Dijiste algo papi?- pregunto la pequeña niña en sus brazos.
- No, no es nada.- dijo para voltear y empezar a caminar con sus dos pequeños.
Habían pasado ya cuatro años desde entonces, sin tener éxito en detener a su hijo al no encontrarlo y después de todo lo sucedido que se hizo público Endeavor se retiró y ahora intentaba de alguna manera expiar sus pecados junto a su esposa.
Por otro lado, Natsuo se casó y ahora está esperando a su primer bebé. Fuyumi recientemente empezó a salir con alguien y Shoto ya es un héroe profesional que a pesar de ser poco tiempo ya es uno de los más reconocidos.
Después de la guerra se alejaron completamente, Natsuo solo visita a sus hermanos y habla de vez en cuando con su madre evitando definitivamente a su padre quien no se opuso a eso.
Fuyumi y Shoto eran los únicos que se veían más seguidos.
Y sobre Akane solo sabían por su hermano mayor, Tsunagu que ella había decidido vivir lejos y criar a sus hijos fuera de la familia Todoroki.
- Ya estamos en casa- dijeron los tres cuando entraron mientras los dos pequeños empezaban a correr jugando entre ellos.
- Ah, Bienvenidos- dijo sonriendo la Rubia cuando salió a la entrada
- Mami!- gritaron los dos pequeños emocionados llendo a abrazar a la chica.
El peliblanco se acercó dejando un beso en los labios de la rubia quien sonreia risueña por tanto afecto
Hablaron un poco con su madre y luego se fueron corriendo para cambiarse para bajar a almorzar.
- Sigo sin entender como es que los entretiene tanto unas papas habladoras- dijo el peliblanco observando a la bebé atenta al televisor junto a los otros dos niños a lo que la rubia río.
La pequeña bebé se llamaba Mine, Una niña pelirroja con ojos color turquesa como los de Touya y Akemi, No hace mucho había cumplido su primer año y su primera palabra había sido "mamá".
- Papá papá, vayamos a entrenar si?!- dijo Kazuki animado levantándose cuando la caricatura termino.
- Está bien, vamos- dijo a lo que el niño sonrió animado y fueron hacia el jardín de la casa.
Ambos niños habían despertado sus dones, Kazuki había heredado el fuego en todo su esplendor y Akemi tenía el don de control de agua aunque no estaba tan interesada en entrenar como Kazuki.
- Mami- murmuró Akemi jalando del vestido de Akane llamando su atención para extenderle unas flores de jardín.
Akane la vio y sonrió enternecida para aceptarlas mientras le colocaba una en el cabello de la niña y otra en el suyo.
- Mami, mañana vendrá la abuela y el tío Tsunagu?- pregunto Akemi ladeando la cabeza.
- Si, así es- dijo asintiendo Akane acariciando su cabeza a lo que la niña festejo contenta.
- Pa...pa aba- murmuraba Mine llamando la atención de las dos rubias.
- Tu también quieres entrenar con Papá, Mine?- pregunto entre una risa Akane mirando a la bebé en sus brazos mientras Akemi mimaba a la bebé haciéndola reir.
- Lo hice! Lo hice!- decía gritando contento Kazuki habiendo logrado hacer sus llamas más fuertes.- Lo viste papá?!- pregunto emocionado mirandolo.
El peliblanco lo miró detenidamente y una sonrisa cálida se formó en su rostro y se agachó a su altura.
- Si, estoy muy orgulloso de ti- dijo acariciando su cabeza a lo que el niño sonrió risueño.
Y si...
Ahora el tenía algo mucho más importante que esa estúpida venganza.