CAPITULO 14 -DECLINE

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•✦───────────•✧ Emma.

Qué sería de muchos si otros pudieran ver lo que se lleva dentro, lo que pensamos, creemos e hicimos... Hace mucho que le tengo pavor a eso, ya que la suciedad corporal se lava, se quita, se borra... Pero, ¿Y la que llevamos en el alma?

Hay manchas que son más graves que otras, una mancha de mostaza, no es igual a una de petróleo. Hay unas que salen, como cuando veía vídeos +18 en mi alcoba de Phoenix y de momento me creía una sucia, pero esa pequeña mancha era de momento y no me sentía diferente hasta que me pringó una de petróleo.

Todo empezó a verse pequeño desde que mi estómago se comprimió el día que lo vi entrar a aquel sitio donde yacía con cadenas despertando algo que no conocía, pero me erizaba detallando el porte varonil, imponente y lleno de poder que destilaba.

Mi objetivo era Vladimir, pero tenía tantas ganas de follar con su padre, alguien que era mil veces peor que él; un asesino, un criminal y no lo sentí con el tiempo. Fue algo instantáneo, de un chasquido, el imaginarme en una cama desnuda con el Boss de la mafia rusa saboreando el aura peligrosa que lo rodeaba.

Yo, Emma James, la más pequeña de mis hermanas tenía un gusto puerco por el enemigo de mi familia, un mafioso poderoso que, fuera del ámbito sexual, nunca estará a mi alcance y me quedó claro anoche.

Amarro las agujetas de mis zapatillas preparándome para mi rutina diaria queriendo borrar de mi cabeza el porqué de haberlo besado anoche y el porqué de sentirme como me siento: Rara, ansiosa y desesperada.

«Está mal, Emma», he hecho muchas cosas mal y tengo miedo a hundirme en este pozo de mentiras, en que otros lo sepan y termine acribillada.

Suspiro con fuerza queriendo olvidarlo suponiendo que todo estará bien y solo tengo que concentrarme en mis cosas como lo he hecho siempre.

Retomo mi rutina haciendo un par de llamadas mientras preparo el desayuno. Con Amelie ya tuve una videollamada cuando me levanté, Rita está siendo eficiente manteniéndome al tanto de todo, ahora estoy intentando contactar a las firmas y empresas en busca de un socio para mi proyecto.

—Soy Emma James, dueña del proyecto artístico y deportivo "Queen" —me presento una y otra vez—. Me gustaría enviarles una propuesta que tal vez les pueda interesar.

—Envíela al correo de la página y nosotros la contactaremos en caso de estar interesados —contestan como si todos tuvieran un único guión—. Que tenga un buen día.

—Gracias —repito el proceso siete veces más mientras desayuno y acabo con los pendientes de la universidad.

El semestre está por terminar y procuro mantener la mente ocupada en mi mundo. La hora de salida llega y guardo los documentos del centro deportivo, ya que nunca se sabe si se presentará la oportunidad de mostrárselos a alguien. Meto las llaves en mi bolsillo y bajo por las escaleras en busca de la recepción que me empaña el día al ver a las tres personas que esperan frente a ella.

El portero baja el teléfono señalándome y ellos agradecen viniendo a mi puesto. Sé quiénes son, mi padre era un general, mi hermana una teniente, estudié en una escuela militar y sé reconocer a un agente. Rick toma mi mente y los nervios me remueven enseguida.

—Señorita James, mucho gusto, soy el sargento Lucas Presley —se presenta—. La

FEMF exige que de manera inmediata se presente en el comando militar de Varsovia.

—¿Le pasó algo a mi papá? —pregunto asustada Si le hicieron algo les juro que...

—No, pero necesitamos que nos acompañe.

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