Cuando cierro los ojos se van los santos (Pronto en librerías)

¡El libro en físico!

Los sueños se hacen realidad.
Recuerdo cuántas veces soñé con tener una casa editorial y como todos mis lectores me apoyaron buscando una. ¡Ya tenemos nuestro hogar editorial! Uno que estimo mucho por los hermosos libros que han publicado. Para mí es un honor ser parte de la familia VR Editoras y que mis libros tengan un hogar con ustedes. No les mentiré, todavía no me lo creo, y eso que ya firme contrato para traerles en físico: Cuando cierro los ojos se van los santos.

Quiero agradecerles a mis lectores que siempre me apoyaron, creyeron en mí y en mis novelas. Este logro es de todos. Gracias por el inmenso apoyo que me ofrecieron y por motivarme.
Los quiero mucho lectores. Deseo verlos pronto en algún evento, platicar con ustedes y si se puede tomar un cafecito con pan.

Aprovecho el post para compartir con ustedes un poco de cómo fueron las cosas. Sé que hay muchas personas, como yo, que sueñan con pertenecer a una casa editorial y esta vivencia, como me gusta llamar: el inicio de una hermosa aventura, les puede servir de inspiración.

Recuerdo que cuando vi el correo de la editorial, salté de la emoción y dije en voz alta: ¡Nos van a publicar! Claro, los vecinos me escucharon y mientras daba brincos de alegría, mi perrita también se unió al festejo adelantado, abrazándose de mi pierna. Mi gatita solo me miró.
Fue un proceso muy emocionante, tenía muchas ganas de contarles a mis lectores sobre el correo, pero primero debía reunirme con el equipo editorial, platicar y que leyeran mi novela.
El día anterior a la reunión no pude dormir de la emoción, daba vueltas en la cama.
Les juro que en la junta estaba tan emocionada que me quedé pasmada. No podía exteriorizar toda la felicidad que estaba sintiendo. El director fue muy amigable, tanto que sentí que estaba platicando con un buen amigo y eso mismo me ayudó a poder hablar con más facilidad sobre mis libros. Debo admitir que me sorprendió, se derrumbó en mí el concepto que tenía sobre los ejecutivos detrás de una editorial. Imaginaba que eran personas muy serias y hasta cierto punto intimidantes. Pero no fue así, me sentí muy cómoda y bien recibida. Vi a personas que aman su trabajo y desean lo mejor para la editorial.
Tenían que leer el manuscrito para saber si iban a publicarlo.
Después fue una espera no tan larga. Llegó el día en que me dijeron que ya podía ir celebrando. Nuevamente me quedé pasmada. Quería abrir una botella de vino, partir un pastel y bailar el jarabe tapatío, pero tenía gripe y estaba asimilando la noticia.
Amé todo el proceso, todas las emociones por las que pasé, el trato y la calidez con la que fui recibida. Siempre voy a estar muy agradecida con la editorial y tendrán un gran espacio en mi corazón, junto con mis lectores y todas las personas que me han motivado a seguir recorriendo este hermoso camino de la escritura.
Gracias a todos por creer en mí, por el apoyo y por ser parte de esto.
Los sueños se hacen realidad, hay que tener fe y ser perseverantes.

Quiero dedicar mi libro a mi hermana, Ana Isabel, la filósofa que más admiro en todo el mundo. Soy quien soy gracias a su influencia. En mi infancia y adolescencia fue mi cuidadora, mi maestra, mi amiga de juegos y una inspiración enorme. Mi vida estuvo envuelta de momentos mágicos gracias a ella. Siempre voy a recordar con amor y mucho cariño nuestro juego favorito. Consistía en hacer muñequitos de papel e inventar una historia mientras hacíamos voces y monólogos improvisados. Zapatotes, como se llamaba nuestra historia humorística y de crítica, siempre va ser parte de mí y una de mis mayores inspiraciones.
Con aquellos juegos llenos de imaginación, ella influyó en mi destino para que me convirtiera en una escritora.

Gracias a todos, lo logramos. ¡Lo logramos!