South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]

LXX

—¿QUÉ MIERDA, DAMIEN?

—Arregla el problema que te pedí con Pip, estúpido. Y no me llames hasta entonces.

Me colgó, maldito pendejo.

Sabía que aquel comentario de Kenny era algo extraño, pero quería creer que el imbécil de Damien tenía un poco de cordura. ¿Cómo diablos pudo manipular su mente de esa forma? Qué miedo.

—Unos minutos antes—

—Qué repugnante.

Sentí como mi estúpido corazón se estrujó. ¿Había sido un error lo que ocurrió la noche anterior? Claro, como siempre, confundiendo el trato amable de Ken con amor. Qué estúpido soy.

—Bueno, habrá sido un error de borrachera, qué más da —dijo Kenny, mientras se acercaba a mí y me tomaba el hombro—. Voy al departamento, Craig. Me daré un baño.

Y sin más, se metió al elevador y subió hasta el último piso.

—Pip, ¿era necesario hacer ese comentario? —lancé la pregunta, mientras me frotaba el cabello con los dedos, algo nervioso y decepcionado por lo que acababa de pasar. Acto seguido, la cara del rubio estaba sonrojada, mientras miraba hacia el piso con vergüenza.

—Agh, lo siento, Craig. Lo dije sin pensar. Por un momento... me invadieron los celos —mencionó esto último bajando la voz—. ¿Estás libre ahora? Si lo estás, podemos ir a comer a algún lugar cercano. Hay algo que quiero decirte...

Ya sabía lo que me esperaba, lo mejor era dejar las cosas en claro lo antes posible.

—Claro. Subamos a mi auto, conozco un lugar tranquilo.

En el camino, no pensaba más que en lo que acababa de ocurrir hace unos minutos. Entiendo que le haya dado vergüenza a Kenny o algo por el estilo, pero ese comportamiento no parecía propio de él. ¿Acaso Damien tuvo algo que ver con esto?

Llegamos a una cafetería que quedaba a unos 10 minutos del departamento. Me parece que era el negocio de los padres de Tweek...

—Pip, ¿puedes entrar a la cafetería y esperarme ahí un momento? Tengo que hacer una llamada.

—Claro.

Este maldito mocoso...

—¿Damien? —dije, mientras sostenía mi teléfono en la oreja.

—¿Qué quieres, estúpido?

—De casualidad... ¿le hiciste algo a...?

—Sí, ¿por?

—¡Maldito hijo de puta! ¿Qué demonios, Damien?

—Agh, Craig, a veces me molestas mucho. Para que lo sepas, manipular la mente de chicos lindos es muy fácil. Bueno, menos la de Pip, tiene algo que me...

—Ah, cállate ya. No puede ser que tu obsesión por ese niño sea tan grande.

—Sí, sí, ya, soy un demonio. Bueno, idiota, a menos que no arregles mi problema, voy a dejar que Kenny ande como si nada, mientras tú te destrozas poco a poco. Y quiero mencionar que, mientras más te tardes, los sentimientos que ese rubio siente por ti en estos momentos, se irán haciendo más fuertes hasta que no pueda modificarlos nuevamente. Así que...

—¿QUÉ MIERDA, DAMIEN?

—Arregla el problema que te pedí con Pip, estúpido. Y no me llames hasta entonces.

Ya estoy harto de este miserable. Será mejor que me dé prisa.

—Pip —lo llamé, mientras entraba a la cafetería y me sentaba frente a él. —, tenemos que hablar. Es sobre Damien.

—¿D-Damien? ¿Qué hay con él?

—Está enamorado de ti. —Listo, lo solté sin rodeos, ya no debería haber ningún problema.

—Pero... tú me gustas, Craig.

Agh, ¿qué hago?

—Esto... Pip, quiero ser franco contigo. La verdad es que... —mierda, tengo un nudo en la garganta, ¿acaso me dieron ganas de llorar?— me gusta otra persona, así que...

—Ah, ya veo, Craig —respondió Pip, mientras unas lágrimas comenzaban a asomarse en sus ojos—. Ya lo sabía pero... gracias por ser honesto conmigo, lo aprecio mucho.

—Sobre Damien... considero que deberías darle una oportunidad. Es un gran chico —mentira—, y de verdad le gustas mucho. Solo que... es un poco tímido, eso es todo.

—No lo sé... ¿crees que debería?, ya que yo... estoy enamorado de ti.

Mierda, por favor que Damien no esté espiándome en este momento.

—¡Claro que deberías! Él es un excelente chico. Además, eres un gran amigo mío como para que te recomiende a cualquiera.

"Gran amigo". Eres un pendejo insensible, Craig.

—Eh. Lo tomaré en cuenta, Craig. Nos vemos. —Dijo, mientras se paraba rápido de su silla y se dirigía hacia la salida. Al parecer mi comentario lo hizo sentir fatal.

Ah, qué fastidio. Espero que el problema con Kenny se arregle ya.

—Eres un pendejo insensible, Craig.