V

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El domingo no tenía planeado hacer algo, pero mi padre me llamó para que hiciera sus asuntos pendientes sobre la empresa. Yo, como buen y estúpido hijo, acepté. Tal vez a fin de cuentas no sería tan malo.

—Busco los papeles que dejó mi padre en recepción esta mañana —avisé a mi secretaria personal por el teléfono de pared.

Oí un suspiro molesto del otro lado de la línea.

—Ya voy, jefe.

«Jefe.» Sonreí. ¿Por qué se molestaban en llamarme así? Yo era aún un estudiante de universidad, el cual asistía a la empresa tan solo en vacaciones. O a veces los fines de semana.

Sin embargo, aún me mantenía con cordura. En cuestión de una semana, esta tortura acabaría, e iniciaría otra, en el colegio.

Todavía me parecía extraño haberme juntado con aquel extraño grupo. Es decir, ¿por qué con ellos? ¿Por qué no con los amigos de Stan? Oh, cierto, porque todos ellos eran unos cabrones, y los odiaba.

Por otro lado teníamos a Clyde, Token y Tweek. Aún me preguntaba si de verdad ellos no hacían tríos salvajes en mi ausencia. Digo, no es que me importase en lo absoluto, pero todavía tenía mis sospechas.

La secretaria llegó a la oficina con una pila de papeles en las manos. Las puso sobre el escritorio y sin más se retiró.

Mi boca se abrió en cuestión de segundos. Esto mínimo me llevaría toda la mañana y una parte de la tarde. A la mierda.

South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora