South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]

XXII

Tras una corta pausa (demasiado larga para mí, a decir verdad) (y tremendamente incómoda, también), una sonrisa burlona salió de los labios de Kenny. Fruncí las cejas, y quise decir algo, pero mis labios se sellaron por completo.

—Muy chistoso, Craig. Deberías pensar en entrar a algún show de actuación. Te lo pagaría, pero soy pobre.

—¿Cómo?

—Te oíste tan real que si hubiese sido otra persona, me lo hubiera tragado.

Por fin entendí. Kenny no se lo había creído, más bien había pensado que estaba actuando. Oh por Dios.

—Entonces, hablando más en serio, ¿quién es la afortunada que te trae loco? Debe ser guapa, ¿a que sí?

Me quedé pensativo unos segundos. ¿Acaso por fin le había confesado mi amor y él parecía no haberlo notado?

—Se llama...

—¿Ajá?

—Se llama... se llama Wendy.

Sonrió por un momento.

—¿Y cuándo me darás el honor de conocerla, amigo?

—Cuando quieras —contesté, sin darme cuenta del gran error que acababa de cometer.

—¿Por qué no ahora?

—N-no creo que esté en su casa. Digo, es m-muy tarde y...

—¡Oh, vamos! Para el amor no hay horario. Si quieres ver a alguien, no importa la hora que sea, ¿no?

Tras varios minutos de convencerme, terminé aceptando, y me desvié de la ruta que llevaba desde hacía unos minutos para doblar en la última esquina antes de llegar a las vías del tren. Próxima parada: Wendy's House.