II

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El siguiente día laboral volví a conducir por aquella ruta. Por primera vez había caído en la cuenta de que en mi vida había cruzado por esa calle. Siempre me iba por el camino más corto, a pesar de que sus pavimentos eran horrendos.

En la cuarta cuadra, lo vi, como en el día anterior. Esta vez no llevaba aquella capucha naranja, ni tampoco aquel atuendo que le cubría todo su aspecto por el frío del día anterior. El torso lo llevaba desnudo, por lo que su abdomen bien marcado se admiraba a la perfección desde mi punto de vista. Hoy venía solo. Ninguno de sus pequeños hermanos se encontraban ahí, por lo que en cuanto el semáforo se puso en verde salió corriendo con la grabadora en sus manos de coche en coche para ver si le daban algo de propina. Saqué unos diez dólares de mi bolsillo y saqué la mano de la ventanilla para entregárselos. Le sonreí de manera agradable. Aquella sonrisa no había salido de mí desde hace meses, o tal vez años. Pero él la correspondió al instante, y esbozó una sonrisa tan grande que me dieron ganas de reír. Guardó el dinero en su bolsillo.

—Gracias.

South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora