XVI

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De alguna manera me siento mal cada cuatro días que no les subo capítulos:'v. Disfruten. Me salieron muy cortos, perdón xdxdxdXd. Por cierto, ya llegamos 300 vistas, y de verdad significa mucho para mí. Muchas gracias a todos los que están leyendo y disfrutan mi historia. De verdad, lo aprecio mucho❤️.

—¿Estás seguro de que no puedes ir? —le preguntó la pequeña Karen a su hermano, un tanto decepcionada.

Con cuidado, Kenny se paró del sofá y se puso en cuclillas frente a ella.

—Estarán bien, Karen —le prometió, y pasó sus dedos por su cabello, hasta tranquilizarla—. Tendrás a Kevin contigo. ¿Lo sabes?

—Pero yo odio a Kevin.

—Yo también.

—¡Los escuché!

Kenny se volvió hacia mí.

—Llévalos a Bridge, y procura que estén a salvo antes de que te vayas.

Sonreí. Su forma de cuidar a sus dos hermanos me agradaba. No era nada comparado con lo que hacíamos Ruby y yo.

—No te preocupes.

Tras un beso de mejilla con Karen y un chocón de manos con Kevin, Kenny se dio la vuelta y caminó a paso lento hasta llegar a su cama. Ya dentro se acostó en el suelo hasta quedar relajado.

—¿Nos vamos?

Los tres caminamos hacia el exterior de la casa. Mi Mercedes estaba estacionado a unos cuantos metros de la puerta. Kevin y Karen pararon en seco.

—¿Tienes auto? —preguntó Kevin. Con oír su voz, me decía lo estupefacto que estaba.

—Sí. ¿Nunca han tenido uno?

—Una vez mamá nos compró a mí y a Kenny un automóvil para mis barbies. ¿Eso cuenta?

Le sonreí a Karen.

—Por supuesto.

Les abrí la puerta trasera y esperé a que se metieran. Después me metí en el asiento del piloto.

—Y bien, ¿qué les parece? ¿Cómodo, no?

—Sí —contestó Karen, mirando por las ventanas.

Kevin se limitó a asentir con la cabeza. No parecía muy feliz.

—¿Qué tienes, Kev? —Encendí el auto después de meter la llave, y di reversa—. Te noto callado.

—Es sólo que... no entiendo la razón por la que ayudas tanto a mi hermano.

Alcé una ceja.

—¿Ayudar? ¿De qué hablas?

—Estas últimas semanas le has dejado más de cincuenta dólares. Nadie hace eso, de no ser porque haya una razón de intermedio.

—Bueno —repliqué—. Probablemente haya una razón, pero, hasta el momento, la desconozco. O tal vez simplemente me gusta ayudar a tu hermano porque sí. Y a ustedes también, por supuesto.

El camino hacia Bridge fue silencioso. Aparqué el coche cerca de una de las banquetas que daban con un semáforo demasiado familiar para mí. Me volví hacia atrás.

—¿Harán algo después de clases? —les pregunté.

Karen y Kevin se miraron entre ellos, y después a mí, alternativamente. Tras unos segundos, vi cómo Karen asentía y Kevin negaba. Volvieron a intercambiar miradas.

—Pensábamos ir a ver algunas cosas al supermercado después de clases —dijo Karen, con la mirada puesta en cualquier cosa menos en su hermano, quien la fulminaba con odio.

—¿Ah, sí? —contesté—. ¿Quieren que los acompañe?

—¡No, no! —replicó rápidamente Kevin, haciendo movimientos con las manos—. Digo, no te molestes. Probablemente tardemos todo el día y... te canses.

—Si quieren yo puedo...

—¿Por qué no pasas el día con Kenny? —sugirió—. Ya sabes... necesita los cuidados adecuados y nosotros debemos trabajar.

Se notaba nervioso. Y, a decir verdad, no me inspiraba demasiada confianza lo que decía. Sin embargo, aquella idea de pasar todo el día con Kenneth me hizo cambiar instantáneamente de opinión.

—Está bien.

Karen le dio un codazo en el estómago a su hermano.

—Tenemos que irnos —me dijo Karen, y sonrió ampliamente—. Gracias por traernos, Craig. Eres un buen cuñado. —Y salió como un rayo del coche, seguida por Kevin, quien aún se mostraba nervioso y sudoroso.

«¿Cuñado?»

South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora