XLVI

639 113 2
                                    


Antes de que me echen arena, quiero pedirles una disculpa. Ya voy para tres semanas de no actualizar. Estas últimas dos semanas he estado en exámenes finales. Y, de hecho, me falta uno. Por suerte he salido bien. Pero me ha faltado el tiempo y esa es la razón por la que no he actualizado. Aquí están los cinco capítulos de la semana, y me apuraré en traerles los otros cinco. Sólo discúlpenme, de verdad. Sé que no debería sentirme tan comprometida y obligada a esto. Pero sí que me siento así. Una vez más, una disculpa... Y créanme que las actualizaciones volverán a la normalidad, ahora que tendré vacaciones en unas semanas.

Así que, ¡a disfrutar!

—Pero... ¿cómo llegaste allí? —me preguntó Kenny después de escuchar lo que me había sucedido anteriormente.

—No tengo idea —contesté con voz ronca. Tras cerrar la puerta, casi corrí hacia mi habitación en busca de algo que ponerme, ya que Kenny no se había molestado en llevar algo de ropa en el camino—. Siempre recuerdo lo que hice antes, pero esta vez me lo borró todo. No recuerdo si tomé algo antes o él sabía que me daría sueño exactamente a esa misma hora para así poder raptarme. Todo es tan confuso en mi cabeza.

Kenny se quedó callado, probablemente buscando algún tema de conversación.

—Y... ¿qué quería?

—¿Ah?

—Sí. Estando en aquella habitación, te dijo algo, ¿no?

«Mierda.»

—Eh. Quería que me alejara de su novio —informé sincero, pero pasados unos segundos me arrepentí—. Pero creo que me confunde.

—No te ves muy convencido.

—¡Lo estoy! —corregí—. ¿Crees que me liaría con el novio de un psicópata?

—Sé que te gusta el peligro.

Una risilla salió desprevenida de mí.

—¿Qué?

—¿Crees que no me he dado cuenta sobre el peligro que corre por las venas de Rebecca? ¡Esa chica está en llamas! Como Katniss.

Revoleé los ojos.

—Eres un estúpido, mejor cállate.

Y cuando quise evadir su mirada y correr hacia la otra habitación, mi teléfono vibró en mi trasero.

Tras sacar el celular, un mensaje en la pantalla llamó mi atención: era un número desconocido.

—¿Quién es? —me preguntó Kenny tras echarle un vistazo a la pantalla.

—No tengo idea.

Decidí desbloquearlo. Un "ven" era lo único que tenía escrito, en la bandeja de mensajes.

Unos segundos después, entendí.

—Tengo que irme.

—Se me está haciendo normal esto, créeme.

—A mí me irrita.

Cuando me hube puesto la camisa y encima una chaqueta, literalmente volé hasta la puerta principal.

—¡No me esperes despierto! —le grité antes de tirar un portazo.

—¡No pensaba hacerlo!

South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora