XXXIV

774 118 11
                                    

Acompañé a Wendy a su casa. Y, tras aquella plática, ya la sentía más apegada a mí. Digo, en mi vida, contarle a una chica sobre mis sentimientos homosexuales, no era precisamente algo que pasara todos los días. Y menos después de la ruptura con su novio de su mejor amiga. Así que... qué loco.

Giré el pomo de la puerta principal y me adentré hacia el recibidor. Dejé mi mochila sobre el sofá y tiré los zapatos por la alfombra.

Después de quedarme parado unos segundos, mirando a la nada, recordé que tenía a un Kenny McCormick reseco en la habitación de huéspedes. Me tallé los ojos y casi corrí hacia la habitación. Pero cuando llegué, la sorpresa de encontrar las sábanas esparcidas por el suelo, al igual que las almohadas y los peluches de Ruby, me dejó atónito.

Estaba tan metido en mis pensamientos cuando un ruido proveniente de mi habitación (creo) me sacó de mis casillas.

Una de dos: Kenny estaba hurgando mi habitación o alguien se había metido a robar.

—¡Mierda!

Oh, oh.

—¿Rebecca? —exclamé, entrando a la habitación de al lado de la de huéspedes.

—Hola, Craig.

—¿Qué mierda haces aquí?

—Bueno... hace un rato me encontré a Kenny por tu empresa. Y me pidió de favor que lo acompañara hasta su casa —admitió, y se sentó en la orilla de la cama—. Entonces... ¿me explicas por qué mierda estás viviendo con un chico?

Salí de la habitación y abrí puerta por puerta para encontrar a Kenny. Tenía que estar aquí sí o sí.

—¿Dónde está él? —le pregunté a Rebecca, tirándome sobre el sofá, cansado de buscar a alguien que, al parecer, no estaba aquí. O tal vez estaba en el baño. Haciendo...

—Te gustará saber que lo mandé por una pizza, ¿no? —dijo maliciosamente—. Es tiempo de hablar, Craig. Y te gustará saber algunas cosas que me ha dicho Kenny.

Me quedé inmóvil. ¿Qué trataba de decir? ¿Acaso trataba de sonsacar mi lado rosa? ¿Quería que por fin dijera aquello, para que así ella concluyera su plan malvado? Oh no, señor.

—No me interesa lo que te haya dicho él —mentí, a pesar de querer saber de qué habían estado hablando en mi ausencia. O tal vez ella estaba mintiendo, no lo sé—. Sal de mi departamento. Ahora.

—Bueno. Por lo menos sé en dónde vives. Ahora vendré las veces que yo quiera.

—No si te lo prohibo. Fuera.

Antes de salir por la puerta, me dirigió una mirada traviesa y se marchó. Su estúpido perfume había quedado impregnado en uno de los cuartos.

Minutos después de estar perdido en mi conciencia, dentro de una nube negra de la que no podía escapar, el sonido del cerrojo de Kenny moverse me dejó pensativo. Pizza.

—¿Y Rebecca? —preguntó, dejando la pizza en la mesa del comedor.

—¿Alguna vez te he dicho que me moleta que mis huéspedes metan personas a mi casa?

—Noup. Jamás lo has hecho.

—Pues ahora lo sabes.

Había hecho un esfuerzo por no sonar molesto. Y claro, lo había logrado. Pero, como siempre, mi rostro de mierda me había delatado al cien por ciento.

—¿Y... qué hacía ella aquí?

—Pues pasaba por donde yo y mis hermanos estábamos. Por cierto, ya arreglé ese asunto. Y ojalá y no te moleste, pero me rogaron por quedarse aquí hasta que mi padre se vaya de la casa.

—No hay problema —mencioné para que prosiguiera.

—Continúo. Y la vi. Se había quedado viendo la parte de enfrente de los edificios de tu padre, de su empresa. Entonces la tomé por la cintura y le dije si le invitaba un helado. Ella dijo que prefería comer pizza en mi casa. Y así fue como llegó hasta aquí. Fui por la pizza y cuando volví, me encontré contigo y con tus preguntas de padre candente protector.

«¿Candente?»

—¿Tenía alguna idea de que vivías conmigo?

—Supongo que sabía que era tuyo ya, porque dice que una vez tu padre le dijo que sólo su familia heredaría el penthouse. Y tú y yo somos amigos así que...

«Muy lista.»

—Bueno. Está de menos. Sólo te pido que no traigas a nadie a la casa. Llegué a asustarme al oír un ruido en la habitación y ver que no eras tú.

—Lo siento —dijo, y se sentó en el borde de la mesa—. No volverá a pasar.

«Uf.»

—Tal vez a la próxima vayamos a su casa.

South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora