South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]

XXV

Me desperté de par en par. Golpes provenientes de la sala llevaban atormentándome desde hacía algunas horas. Quería pensar que era sólo un cuervo, o tal vez un pájaro, pero ya iba para largo.

Me levanté de la cama y me dirigí hacia el otro lado. Comencé a sacudir los hombros de Kenny, con el propósito de levantarlo. Uno, dos...

—¡Kenny!

—¡Ah! ¡Mierda!

Y se cayó de la cama.

—Maldición —murmuró—. ¿Qué mierda quieres? ¿Qué no ves que estoy durmiendo?

—Lo veo, estúpido. Tengo ojos. —Guiñé uno— Pero alguien lleva tocando la puerta desde hace horas.

—Te preocupas de más. ¡Karen! —gritó—. ¡Abre la puerta!

Tras esperar unos segundos, bufó.

—¿Kevin?

Alzó una ceja y se volvió hacia mí.

—¿Dónde están? —preguntó.

Me limité a encogerme de hombros.

Kenny se puso una camisa al azar que encontró tirada en la alfombra del costado de la cama. Salió caminando por la puerta hasta llegar al recibidor.

—¿Qué mierda quieren a estas...?

Pero cuando la puerta estuvo completamente abierta, Kenny se quedó callado. Sus hermanos, totalmente mojados y enojados, se encontraban del otro lado de la puerta. Entraron corriendo hasta la sala principal.

—¿Qué mierda? ¿Qué rayos hacían allá afuera? ¿Por qué no me avisaron?

Kevin  me miró mal y después a Kenny.

—¡No nos esperaron! —musitó, para después salir corriendo hacia su habitación y encerrarse en ésta.

—¿Qué?

—Es cierto —le dije a Kenny—. Fuimos a casa de Wendy y regresamos a tu casa. Tus hermanos jamás estuvieron con nosotros después de ir de compras.

Kenny se volvió hacia su pequeña hermana.

—¿Por qué no entraron por la ventana?

—Todo-estaba-cerrado. —Y, como Kevin, fue a encerrarse a su habitación, completamente furiosa.

—¿Ya ves? —me preguntó Kenny—. Tu mirada me distrae.

—Creí que la de Rebecca lo hacía.

—Ñeh. La tuya llegó antes.