LV

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—¡Quítate ese smoking!

Telas de ropa volaban por encima de mi cabeza.

—¡Quítamelo! —me gritó mi increíble y malagradecido huésped, el cual, muy lejos de quitarme a mi chica, me quitaba la ropa.

—¡Éste no es el tipo de cita al que se lleva smoking, imbécil! ¡Vamos a un bar, eso es todo!

Cepilló su cabello con el primer peine que se encontró por su camino.

—No me vengas con eso. ¡La única vez que hemos ido me fue suficiente para darme cuenta de la clase de lugares a los que vas! A ese bar, mi querido amigo, tan solo a los ricos se les permite pagar dentro de su presupuesto. ¡Una lata de cerveza vale diez dólares! ¿Qué mierda es esa?  ¡Oh, qué linda camiseta!

La camisa del smoking aterrizó sobre mi cabeza.

—¿Quieres ponerte algo más casual y ya está?

—No soy rico, ¿sí? Tú, al contrario, sí lo eres. Por una vez déjame verme como tú, Craig.

Bufé.

—Bien. Usa mi ropa. ¡Pero cuando te la quites, la doblas!

Oí una última cosa antes de que azotara la puerta detrás de sí.

—¡Ni en tus mejores sueños!

(...)

—Se te ve bien el smoking —repliqué tras un par de horas de haber comido.

—¿Ah, sí? —Me miró con un lindo resplandor en los ojos.

—S-sí. —Su mirada se tornó fulminante— Pero eso no quiere decir que me gustes, ¿eh?

Desvié la mirada sin pensarlo tres veces.

—¿Pensarías lo mismo si te dijera que eres increíblemente sexy con ese sombrerito que ocupas todos los días?No intimidas a nadie, créeme.

—¡Es mi estilo! ¡Y mi vida!

—Bueno, bueno. ¡Tranquilo, hombre! No vayas a golpearme con ese aterrador pompón amarillo que traes ahí. —Su tono sarcástico podía notarse a kilómetros.

—Si no te callas, voy a golpearte pero no con el pompón.

—Entonces con el p...

—¿Por qué no nos vamos ya? Ya son las cinco y media. —Le enseñé el reloj de mano imaginario que tenía, intentando cambiar de tema rápidamente.

—Entonces vamos, mi querido amigo.

South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora