LI

690 113 26
                                    

Holaaa.

Antes que nada, perdón por no actualizar en dos semanas. Sé que en cada una de estas notas SIEMPRE les pido perdón por lo mismo. Pero no quiero sentirme tan comprometida a esto. No se lo tomen como que ahora ya no quiero actualizar jamás. ¡Al contrario! Amo publicar mis historias y que ustedes las lean.

Por cierto, ¡ya llegamos a las +2k visitas! Muchísimas gracias a cada uno de ustedes. De verdad que les tengo un aprecio muy grande, y me gustaría conocerlos. Ha de ser cool tener amigos por aquí. Así que quiero comenzar con cositas básicas. Si lees esto, cuéntame, ¿qué es lo que más te gusta hacer en tu tiempo libre? O dime algún hobbie que tengas. Algo que te apasione. Me gustaría ver los variados gustos de mis lectores.

Por la falta de actualizaciones, intenté hacer estos capítulos algo más completos y largos, ya que me sienta muy mal no traerles cada semana. De verdad que a veces se me complica demasiado hacer los capítulos. Tal vez por falta de imaginación o de tiempo.

En fin, les agradezco su paciencia y apoyo. Les quiero demasiado y me sabe muy mal decepcionarlos así. Sin otro comentario más, les dejo leer a gusto. ¡Sólo disfruten!

Aquel lunes por la mañana me levanté perturbado. Realmente no sabía por qué. Tal vez era por el estúpido insomnio que me había dado a media noche. O era simplemente la reciente noticia que me habían dado.

Como cada inicio de semana, debía ir a la escuela. Mi único consuelo era que el día se notaba más colorido y alegre: había comenzado la primavera, y mi cuerpo lo sabía.

Lo primero que hice al levantarme fue checar el enmarcado de una hoja de papel colgado en la pared de enfrente. Era el dibujo de Kenny.

A decir verdad, estos últimos días no me había tomado la molestia de mirarlo ni tan siquiera unos minutos. Era realmente bonito. Además, aunque no quisiera reconocerlo, las ganas por saber lo que me aguardaba el segundo bloque del cuaderno de dibujos de Kenny me carcomían segundo por segundo en mi interior. ¿Qué había plasmado en aquellas hojas como para que no me dejara tan siquiera echarle un vistazo? Todos sus dibujos eran increíbles; eran arte. No tenía por qué avergonzarse de lo que hubiera detrás de aquella portada.

Miré un último segundo al dibujo, antes de adentrarme al baño y sacarme la ropa sin pensármelo dos veces.

Cuando el agua comenzó a caer y las gotas empezaron a resbalarse por todo mi ser, se oyó cómo el seguro de la puerta del baño se quitaba, y el rechinido de ésta me hacía darme cuenta de que no lo estaba imaginando.

—¿Quién está ahí? —pregunté, mientras giraba la llave de la regadera, cerrándola, y buscaba torpemente cualquier toalla para taparme.

—¿Estás loco? —dijo una voz del otro lado de la puerta— ¿Vas a ir a la uni hoy?

Me quedé callado unos segundos, hasta que reconocí la voz de quien me estaba hablando.

—Tengo qué. ¿Acaso ya no puedo ir al colegio en un día tan soleado y normal como éste?

—Eres increíble —chilló Karen, y cerró de un portazo estremecedor, dejando la pequeña habitación en completo silencio.

Sin más preámbulos, me apuré a salir del baño. A pesar del inicio de la primavera, el clima aún seguía frío. No tanto como semanas anteriores, pero era capaz de congelar una paleta de hielo derretida. O de cuidar a un pingüino que se escapó de la Antártida. En fin, así era esta ciudad. Rodeada de nieve y, de vez en cuando, hojas verdes.

South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora