mamá de el hijo de mi jefe {Narusasu / Omegaverce}

🥀 CAPITULO 39 🌹

Con un pequeño Menma más tranquilo, los dos rubios y los dos azabaches pudieron terminar de desayunar, por petición de Sasuke pasarían la tarde viendo películas que los niños quisieran ver.

Menma se sentó en el regazo de Sasuke, Toma del lado derecho de Sasuke y Naruto a su lado izquierdo, los tres apoyando sus cabezas en el azabache mayor sin dejar que esté se moviera y escape.

—Sasuke se que no e sido el mejor alfa cortejando a un omega y que tal vez no merezca tenerte a mi lado pero... Yo quisiera saber tu respuesta a mi cortejo.

—Naruto.

—T- TAL VEZ N- NO TENGAS LA RESPUESTA AHORITA ASI QUE NO ES NECESARIO CONTESTARME SI NO QUIERES, SOLO IGNORA LO QUE ACABO DE DECIR ¡SOY UN COMPLETO IDIOTA! NI SIQUIERA BUSQUE UN LUGAR MAS ROMÁNTICO PARA LA OCASION.

—NARUTO UZUMAKI CÁLMATE Y DEJAME HABLAR— El rubio bajo la cabeza nervioso, sentía como si su madre le estuviera regañando por romper una ventana como cuando era solo un niño de ocho años, en ese tiempo su papá siempre terminaba castigado junto a el por tratar de tranquilizar a su madre, ver el rostro furioso de su madre mientras su padre y el limpiaban toda la casa por semanas no era su pasatiempo favorito de ninguna forma. Regresando al presente no tenía la fuerza ni voluntad para mirar los ojos del azabache.

Así, si el azabache lo rechazaba en ese momento no podría verlo llorar.

—Naruto en verdad eres terrible cortejando a un omega pero... Se que lo haces desde el fondo de tu corazón, la verdad es que yo también soy un asco en esto del amor, pero si es a tu lado siento que puedo con todo y contra todos así que... Sí, acepto tu cortejo,  ahora nada te librará de ser mi alfa ¿te quedó claro Uzumaki?.

—Sa- Sasuke voy a llorar— mientras el alfa rubio fingía llorar dramáticamente los dos pequeños cachorros sonreían satisfechos, ahora eran una familia de verdad.

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Los días iban pasando rápido y las vacaciones acabarían pronto, si quería que su plan funcionará debía darse prisa y actuar más rápido o todo lo que ya había logrado hasta ahora no le serviría de nada.

Debía darse prisa para conseguir lo que más anhelaba en la vida.

El amor del Uzumaki, un amor que deseó desde joven y que nunca le fue correspondido, pero eso nunca le importo, porque ella sabía que tarde o temprano lograría ganarse su amor poco a poco, después de todo, ella contaba con la aprobación de la señora Tsunade y con la de su padre.

Solo era cuestión de tiempo y de deshacerse de las personas entrometidas que arruinaban su relación con el rubio.

Una vez más se miró en el espejo de su habitación, a simple vista parecía una joven amable y delicada, todo lo contrario a como era realmente, su "amor" por el rubio la volvió así, de ser una joven extremadamente tímida y amable a una joven que no le importaba lastimar a otros si eso la ayudaba a estar más cerca del Uzumaki.

Se acomodo su largo cabello y reviso que ningún mechón este desarreglado, debía de mantener una buena apariencia para estar junto al rubio.

Viendo su reflejo se imagino una vida junto al rubio, se imagino como el alfa le pedía matrimonio y la sostenía entre sus brazos para no querer soltarla nunca luego de que ella aceptará su petición, el como vivirían juntos en una hermosa casa de dos pisos siendo recién casados, pero su imaginación fue más allá cuando se imagino como serían sus hijos con el alfa.

Si tuvieran alguno le gustaría que esté se pareciera a su padre, que sea un alfa rubio y con los ojos azules, sería la mujer más feliz del mundo si eso sucediera.

Pero primero debía de terminar con su plan.

Primero debía sacar a todos de la mansión a excepción de Sasuke y sus dos estúpidos amigos, una tarea algo complicada para hacerlo ella sola, así que simplemente usaría a Kiba para ello.

No debía ser tan difícil ¿Cierto? Después de todo ella se enteró que el castaño tenía sentimientos hacía ella cundo estudiaban juntos.

Una completa estupidez, nadie se fijaría en alguien como el y mucho menos ella.

Salió de su habitación y fue hacia la puerta principal, debía ponerse en contacto con el hombre que la ayudaría con todo aquello.

Ese día quedaron en verse en la misma plaza de antes, simularían ser clientes en distintas tiendas para no llamar la atención de nadie y levantar sospechas innecesarias.

Llamo a un taxi y se subió en el dirigiéndose al lugar, también debía de preguntar por Sakura, esa maldita beta quien no la dejaba acercarse a Naruto, ayudando así al alfa a estar junto a la persona que a ella misma le gustaba. Ese estupido omega azabache, su plan devia funcionar si quería deshacerse de el de una buena vez.