prologo: el preludio del caos

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El ambiente en Chaldea estaba tan tenso como siempre que Riyo Gudako se quedaba sin Saint Quartz. En medio de un montón de invocaciones fallidas, el salón de invocaciones parecía más un cementerio de esperanzas rotas que un lugar de magia y poder. Gudako, con el cabello despeinado y los ojos desorbitados, se dejaba caer de rodillas frente al altar de invocación. El brillo de la pantalla del gacha reflejaba su desdicha mientras la notificación de "Error: No tienes suficientes Saint Quartz" brillaba con la crueldad de un juicio divino.

—¡No! ¡No puede ser! ¡Uno más! —gritó Gudako, sacudiendo la pantalla con desesperación. Su voz resonaba en los corredores vacíos de Chaldea, mientras el eco de su derrota se disolvía en el aire. Había intentado invocar a Merlín por decimoquinta vez esa semana. Había sacrificado tickets, ahorrado piedras, hasta había lanzado monedas al aire por la suerte, pero todo había sido en vano.

Frustrada, se tiró al suelo, abrazando su teléfono como si fuera un tótem de sufrimiento.

—¡Maldito gacha! ¡Te odio tanto como te amo! —gimió Gudako, golpeando el suelo suavemente con la frente.

Justo cuando estaba a punto de perderse en la miseria de su bancarrota de Saint Quartz, un anuncio extraño parpadeó en su pantalla. "Nuevo evento especial - Prueba tu suerte en un mundo desconocido. Grandes recompensas."

Gudako se incorporó rápidamente, su mirada centelleando con una chispa de esperanza.

—¿Evento nuevo? ¿Qué clase de recompensas...? —susurró para sí misma, acercándose más a la pantalla. Pero el anuncio no daba muchos detalles. Solo mostraba un extraño logo con criaturas que parecían salir de una fantasía... o peor, de una mente depravada. ¿Eran esas... chicas monstruo?

Antes de que pudiera investigar más, Da Vinci entró al salón con una expresión severa.

—Gudako, hemos detectado una nueva singularidad. Los datos son confusos, pero parece estar ubicada en un mundo completamente diferente al que conocemos. Su estructura es extraña, llena de criaturas nunca vistas antes. Mash ya está preparándose. —Da Vinci hizo una pausa, esperando una reacción seria de su Master.

Pero lo único que Gudako escuchó fue: "nueva singularidad" y "oportunidad para Saint Quartz". Su cerebro, aún nublado por el fracaso del gacha, comenzó a conectar los puntos.

—Una singularidad... ¿nueva? —Los ojos de Gudako se iluminaron con un brillo febril mientras sus labios se torcían en una sonrisa desquiciada. Saint Quartz. Una nueva singularidad siempre significaba misiones, recompensas... y más Saint Quartz.

Da Vinci levantó una ceja, notando el cambio de expresión de Gudako. —No estoy segura de qué has entendido, pero sí, necesitamos resolver esta singularidad. Algo inusual está ocurriendo en ese lugar. No será fácil...

Pero Gudako ya estaba perdida en sus propios pensamientos. Este era su momento. El evento, el anuncio extraño... ¡era una oportunidad dorada! ¡Una nueva singularidad significaba más gacha, más invocaciones!

—¡Mash, prepárate! ¡Vamos a conquistar esta singularidad, obtener todo el Saint Quartz que podamos y reventar el gacha hasta que me salga algo bueno! —Gudako ya estaba corriendo por los pasillos, dejando a Da Vinci con una expresión de incredulidad.

—Espera, ¿no se supone que lo hagas por el bien de la humanidad? —gritó Da Vinci, pero Gudako ya había desaparecido en su carrera loca hacia la sala de comando.

El Abismo de las Mamono (asi sera el nombre del "evento")

Minutos después, Gudako, Mash Kyrielight, y una fuerza mínima de Servants fueron lanzados a lo desconocido. El viaje a la singularidad fue rápido, demasiado rápido para pensar en las consecuencias de lo que estaban a punto de enfrentar. Cuando el grupo emergió, se encontraron en un paisaje exuberante, lleno de montañas, bosques y criaturas que irradiaban un aura de fantasía oscura. El aire tenía una cualidad extraña, casi encantadora, pero había algo peligroso bajo la superficie.

Mash miró a su alrededor con precaución. —Senpai, esto no parece un lugar común... Estoy detectando presencias extrañas, pero no puedo identificarlas completamente. ¿Son Servants? ¿Monstruos? No lo sé...

—¡No me importa, Mash! —interrumpió Gudako, ya con la mirada fija en el horizonte, completamente absorta en su única misión: Saint Quartz. —Lo único que me importa es cómo puedo obtener recompensas aquí. Si es un evento, debe haber misiones o jefes a los que derrotar, ¿no? ¡Así que vamos!

A medida que avanzaban, empezaron a ver señales claras de que no estaban en un mundo normal. Criaturas femeninas con características monstruosas—serpientes gigantes con torso humano, chicas con colas de demonio y alas de dragón—aparecían en cada esquina, observando desde las sombras. Eran mamono, las criaturas de las leyendas oscuras de este mundo.

Pero en lugar de horror, Gudako solo veía una cosa: oportunidades.

—¡Así que este es el evento! —gritó Gudako emocionada, lanzándose hacia las criaturas. —¡Más monstruos significa más cosas que derrotar, y más cosas que derrotar significa más recompensas!

Mash, preocupada, intentó contener a Gudako. —Senpai, no creo que debamos subestimar a estas criaturas. Hay algo extraño en ellas...

Pero ya era demasiado tarde. Gudako, con una sonrisa desquiciada, había desatado a sus Servants y comenzado a arrasar todo a su paso, convencida de que cada batalla la acercaba a más Saint Quartz. Mientras tanto, las mamono, lejos de asustarse, parecían interesadas en ella de una forma bastante perturbadora.

El caos estaba a punto de comenzar.

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fin de capitulo

y ¿bueno que opinan sobre este nuevo proyecto?

¡QUIERO MAS SAINT QUARTZ!Where stories live. Discover now