Capítulo 6: Rumbo a Lescatie

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El ambiente dentro de la cueva se había llenado de una mezcla de tensión y preparación. Tras varios días de descanso y planeación, Riyo Gudako y su grupo de Servants estaban listos para partir hacia Lescatie, el reino que había sido conquistado por las mamonos. La información recopilada les indicaba que el lugar estaba bajo el control de una poderosa figura: Druella Lilim, una de las hijas del Rey Demonio, famosa por su influencia y poder.

Pero para Riyo Gudako, eso no importaba. El Saint Quartz era su única prioridad, y cualquier obstáculo sería aplastado sin dudarlo.


Durante esos días de planificación, Gudako había convocado a otro aliado para unirse a la misión: Archer Emiya. No solo era un arquero extremadamente hábil, sino también uno de los cocineros más reconocidos de Chaldea. Su presencia no era casual; el viaje sería largo, y la capacidad de Emiya para mantener al equipo bien alimentado sería clave.

Deberías sentirte honrado, Emiya —dijo Gudako con una sonrisa traviesa mientras el arquero preparaba una comida simple pero deliciosa en el improvisado campamento dentro de la cueva—. No cualquiera es llamado para una misión tan importante.

Emiya, con su habitual expresión seria, no dijo mucho al respecto. Sabía que la locura de Gudako era tan impredecible como peligrosa, pero también entendía que sus habilidades serían necesarias en este caótico viaje.

—Si mi presencia garantiza el éxito de la misión, eso es suficiente para mí —respondió Emiya con calma mientras servía la comida a los demás Servants.

Spartacus, Koyanskaya, Oberon, Mash y Zhuge Liang aceptaron la comida con diferentes grados de entusiasmo, pero todos sabían que pronto estarían en marcha hacia el reino. Las tensiones se aligeraron momentáneamente por la comida, aunque el propósito de la misión estaba siempre presente en el aire.


El viaje hacia Lescatie no fue directo. En el camino, Gudako y su equipo se encontraron con pequeños asentamientos y grupos errantes que ofrecían fragmentos de información crucial. Lescatie había sido invadido por las fuerzas mamono bajo el mando de Druella Lilim, una de las líderes más temidas de su especie. Bajo su control, el reino había caído en el caos, y lo que una vez fue un bastión humano ahora era un lugar de corrupción y dominación mamono.

Druella Lilim, ¿eh? —murmuró Gudako, mientras revisaba un mapa de la región—. Si esta Druella interfiere en mis planes... bueno, digamos que tengo una sorpresa para ella.

Oberon se inclinó ligeramente hacia Gudako, interesado por el tono amenazante en su voz.

—Oh, querida Gudako, siempre tan preparada. ¿Qué tienes en mente esta vez?

Gudako levantó una ceja, mostrando una sonrisa perversa que solo hizo que Oberon se interesara más.

—Digamos que si Druella se convierte en un problema... sacaré mi arma secreta —respondió Gudako, con un destello en sus ojos—. Tengo un Berserker que no se detendrá hasta reducir a su objetivo a polvo. Y creo que Druella sería el blanco perfecto.

Mash se tensó ligeramente al escuchar esto. Conocía la capacidad de Gudako para invocar Servants extremadamente peligrosos, y el solo hecho de que mencionara a un Berserker como su arma secreta indicaba que la situación podría salirse de control rápidamente.

—Senpai... ¿De verdad es necesario llegar a esos extremos? —preguntó Mash, tratando de ocultar su preocupación.

—Mash, querida... Todo es necesario si lo que está en juego es el Saint Quartz —respondió Gudako sin vacilar—. Si Druella se interpone en nuestro camino, no dudaré en hacer lo necesario.

¡QUIERO MAS SAINT QUARTZ!Where stories live. Discover now