CAPÍTULO 27

3.9K 408 93
                                    


POV LIA ROMANOVA


—¿Mandaste el mensaje? —preguntó con frialdad.

Asentí, sintiendo el peso de su pregunta. En ese momento, Artem ya sabría que me había ido con él... a su país.

Dios, me tomaría mucho tiempo asimilarlo.

—No me habría gustado arruinar la boda de Vittoria, pero era necesario —dije, inhalando profundamente—. ¿Cómo piensas asesinar a tu padre?

Su ceño se frunció y negó con la cabeza.

—No es tan fácil como crees. Tiene muchos hombres protegiéndolo, hombres leales. Primero, tendré que deshacerme de al menos la mitad y reemplazarlos con hombres míos. Solo así logrará volverse vulnerable y yo tendré una oportunidad.

—¿Una oportunidad? —repetí con incredulidad—. ¿De verdad crees que dejé todo atrás por una maldita oportunidad?

—Lia...

—Las oportunidades se crean, no se esperan. —Lo interrumpí, sin ocultar mi desprecio—. Harás que surjan muchas oportunidades para matarlo, porque no estoy aquí para ver cómo tu estúpido y mediocre plan fracasa por depender de una sola chance.

Él sonrió, casi disfrutando mi rabia.

—No sabes nada todavía, pero pronto lo sabrás. —Se cruzó de brazos—. Te advierto que no puedes aceptar comida de ninguna criada, excepto de la que yo asigne para ti. Solo confiarás en ella, o de lo contrario...

—Moriré envenenada, ¿verdad? —respondí lentamente, asintiendo—. Algo típico... los asiáticos y su amor por el veneno.

Él no se inmutó ante mi comentario.

—Tendrás que aprender las costumbres, así como también el idioma. Solo si aprendes japonés mi padre verá tu voluntad, y así evitarás muchos problemas.

—¿Crees que puedo aprender japonés en menos de dos meses? —pregunté, incrédula—. Eso es imposible.

—Tengo entendido que hablas cinco idiomas —señaló, observándome confundido. Asentí—. Entonces no será un problema para ti.

Suspiré, sintiendo el cansancio recorrerme.

—Aprendí esos idiomas de niña, por pura supervivencia. ¿Sabes lo que es que tus padres te hablen en ruso e italiano, y que tus tíos lo hagan en español, inglés y griego? Estaba al borde de un colapso mental, así que no, no pienso aprender japonés.

—Una familia multicultural —murmuró, más para sí mismo—. Y ahora estoy yo, un japonés.

—No, no te incluyas. Tú no eres parte de esto... es todo falso. —Lo observé fijamente—. Jamás te presentaré ante mi familia.

—¿Por qué no?

—Porque ese lugar le pertenece a otro.

—¿A quién? —insistió, pero yo ya no quería seguir esa línea.

—¿Algo más que deba saber? —cambié de tema, ignorando su pregunta.

Su mirada permaneció fija en mí por unos segundos, antes de que desviara los ojos. Sabía que ese era un límite que no podía cruzar.

Asintió.

—No puedes cuestionar a mi padre ni a mi frente a otros, tienes que tener una postura de discreción y obediencia. El respeto lo es todo en nuestra familia —mientras lo decía, sus ojos oscuros y penetrantes estuvieron clavados en los míos, como si estuviera evaluando mi reacción.

OSCURA ATRACCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora