POV LIA ROMANOVA
El agua caía sobre mi piel, tibia y reconfortante, mientras intentaba enfocarme en lo que venía. Tenía que estar lista. La boda, los invitados, el equipo de estilistas que pronto llegaría... Pero en el fondo, no podía evitar pensar en lo que realmente estaba a punto de suceder. Este día no era solo mi primera boda, era el día que cambiaría mi vida para siempre, y no en el sentido romántico que cualquiera podría imaginar.
Terminé de enjuagarme cuando, de repente, sentí sus manos en mi abdomen, sus dedos firmes pero suaves, acercándome hacia él. Mi cuerpo se tensó al instante.
—Pareces irreal —susurró, sus labios rozando mi cuello, mientras su aliento me quemaba la piel—. No puedo creer que en pocas horas serás mi esposa.
Cerré los ojos, conteniendo el impulso de arrancarle la garganta aquí mismo. No. No ahora. Debía esperar.
Agarré sus manos, liberándome de su toque lentamente mientras me giraba para enfrentar su mirada.
—Por esa razón podrás esperar unas horas más —susurré—. Hasta que puedas follarme hasta cansarnos.
Lo besé suavemente, sintiendo su ansia, sabiendo que en ese momento tenía el control. Pero cuando intenté apartarme, su mano me detuvo. En un movimiento rápido, me empujó contra la pared de la ducha, levantando mi pierna hasta que su erección rozó peligrosamente mi piel. Un gemido escapó de sus labios, lleno de deseo.
—No eres virgen, Lia —murmuró contra mi oído—. Así que, ¿qué importa probar el postre antes del...?
Antes de que pudiera terminar, sentí cómo su cuerpo comenzaba a simular embestidas, y mi paciencia se agotó. Lo detuve, mi mano firme en su pecho.
—¿Cuándo matarás a tu padre? —pregunté, cortando el momento de golpe.
Su cuerpo se tensó inmediatamente.
—Ya te lo dije.
—No me has dicho nada, Kai. —Lo empujé con firmeza y salí de la ducha, envolviéndome rápidamente en una toalla—. Tu padre tiene que morir hoy.
Su reacción fue inmediata. Sentí cómo me agarraba el brazo con fuerza y me estampaba contra la pared, su rostro a centímetros del mío, sus ojos llenos de una furia controlada.
—Lo que sea que hayas planeado no sucederá. —Escupió entre dientes—. Nadie morirá hoy... Lo único que pasará este día es que tú y yo nos casaremos, y después de eso fijaré la fecha de muerte de mi padre. No antes. ¿Crees que soy estúpido?
Lo miré con frialdad, como si no comprendiera completamente lo que estaba diciendo.
—¿Qué mierda? ¿Me mentiste? —pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
Negó lentamente, pero su agarre no cedía.
—Si mato a mi padre, no te casarás conmigo —explicó—. Aún no estás enamorada de mí, pero lo estarás... te lo prometo.
Me solté de su agarre, retrocediendo mientras procesaba sus palabras. Todo este tiempo... ¿ese había sido su plan?
—¿Ese fue tu plan desde el principio? —pregunté, incrédula—. ¿Salvarme, hacerme creer que teníamos intereses comunes, solo para llegar a este punto?
Su sonrisa era casi burlona mientras asentía.
—Siempre me has gustado, Lia. Y llegué a pensar que yo no te era indiferente. Por eso, en cuanto vi la oportunidad, la tomé. Y ahora estás aquí, a punto de casarte conmigo. Todo salió perfectamente bien.
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OSCURA ATRACCIÓN
Подростковая литератураArtem Romanov y Lia Romanova, criados como hermanos bajo la sombra del pakhan de la bratva rusa, comparten un vínculo especial que trasciende los lazos de sangre. A medida que el tiempo avanza, el inocente afecto de la infancia se transforma en un a...