𝒲𝒽𝒶𝓉 ℐ 𝒻𝑒𝓁𝓉, 𝒽𝑒 𝒽𝒶𝒹 𝒶𝓁𝓇𝑒𝒶𝒹𝓎 𝒻𝑒𝓁𝓉 𝒻𝒾𝓇𝓈𝓉.

My borrowed jewel.

NARRA FA.
Era sábado por la mañana, estábamos desayunando mis dos mejores amigas y yo, les estaba contando como me había ido ayer con la familia Álvarez.

Fuimos por la mañana a desayunar a Laurent, ya saben mi obsesión por ese lugar, Kevin les mencionó que ahí fue como tal nuestra primera cita, entonces que los dos decidíamos llevarlos ahí, les encantó todo lo que probaron, después nos fuimos a ver los departamentos que yo un día antes me encargué de hacer la cita.

El primer departamento estaba muy bonito, tenía una vista preciosa, solo que, estaba muy lejos, la señora Norma le encantó, pero la desilusionó que era muy retirado, que buscaba un poco más cerca del departamento de Kevin, por alguna emergencia o algo, estar cerca para el.

El segundo lugar también estaba muy bonito, adecuado para cada residente del edificio, pero, tenía una regla, cero animales, lo cual eso quedaba totalmente descartado, ya que la familia Álvarez compartían hogar con Ramón la chinchilla de Kevin, el la había dejado al cuidado de sus hermanos, ya que el al venirse a Cdmx no iba a poder estar dándole cuidados necesarios por el fútbol, sumándole sus viajes y entrenamientos, entonces el se las dejó a su cuidado, por otro lado, estaba su perro llamado Simba, vi algunas fotos de él, era un pero encantador, me moría por conocerlo, así que el segundo lugar ya no quedaba en lista de opciones.

El tercer lugar, fue el que más los convenció, estaba perfecto el lugar, con una vista espectacular, céntrico de la ciudad, aceptaban mascotas, pintaba súper bien el lugar, además de que era muy amplio, este fue el mejor de los tres que habíamos visitado, sin más, la señora Norma decidió que hicieran el contrato ese mismo día, Kevin se adelantó y pagó el alquiler de este, pago 6 meses de renta, lo hizo en forma de regalo hacia su familia, él era el más contento de que por fin podría ver a su familia cuantas veces el quisiera, sin tener kilómetros de distancia de por medio.

Su mamá se lo agradeció con lágrimas en los ojos, Kevin le dijo que era lo mínimo que podía hacer, que el siempre los hacía moverse de su rutina, simplemente para verlo y estar más cerca de él, pero que él sabía que tenía que recompensarles de alguna manera.

Kevin era un amor cuando se trataba de su familia.

Era algo que admiraba yo de él.

Una de las tantas cosas.

La familia se podía mudar a la hora que quisieran, pero, obviamente tenían sus cosas en Colima, mencionaron que regresarían el lunes para poder rentar un camión de mudanza, se despedirían de su gente y que a más tardar el miércoles ya vivirían en la gran ciudad, por lo mientras pasarían el fin de semana en el departamento de Kevin.

Las chicas y yo estábamos terminando de desayunar, cada quien iba a hacer alguna tarea para tener limpia la casa, como era sábado, teníamos buen tiempo para poder dedicarnos a hacerlo con tranquilidad, además de que era fin de semana también era día festivo el lunes, como nosotros lo llamamos en México, era puente, tres días de descanso.

-¿A qué hora es tu vuelo?.- preguntó Karla.

-Es en tres horas hermana y mírame, ando limpiando la cocina.- rió Liz.

Brian y Liz se irán de viaje a Uruguay, el futbolista tiene un partido amistoso con la selección de Uruguay, decidió invitar a su morochita no solo a verlo jugar, sino también a conocer su ciudad llamada Tranqueras Uruguay, claro también conocería a su ya suegra, lo cual la Ecuatoriana estaba que se moría de nervios.

Brian jugaría el lunes, así que debían de irse hoy sábado por la tarde, para llegar aproximadamente mañana domingo por la tarde, el vuelo era de 20 horas, así que todo un día sobre las nubes.