𝒲𝒽𝒶𝓉 ℐ 𝒻𝑒𝓁𝓉, 𝒽𝑒 𝒽𝒶𝒹 𝒶𝓁𝓇𝑒𝒶𝒹𝓎 𝒻𝑒𝓁𝓉 𝒻𝒾𝓇𝓈𝓉.

Here I am for u.

Me despertaron mis ganas de ir al baño, no había hecho antes de dormir, así que las ganas se interpusieron en mi quinto sueño.

Me levanté, cheque la hora 2:45 de la mañana, fui rápido a hacer del baño, me lave las manos y volví hacia la cama.

Ahí seguía Kevin, dormido como un bebé, pensé que se movería al no sentirme junto a él, pero, suponía que el ruido de las gotas de lluvia que estaban cayendo, lo mantuvieron arrullado.

Me acosté nuevamente, lo vi tan cómodo que no quise moverlo, me dispuse a abrazar la almohada, el ruido de la lluvia a mi me tranquilizaba mucho, pero se avecinaban rayos muy fuertes, ojalá no despertaran a Kevin.

Volví a caer rendida.

NARRA KEVIN.

-Mira Óscar ahí está mi papá.- toque el hombro de mi hermano.

-Ya lo vi enano, va a hacer un tiro de esquina.-

Ahí estaba mi papá, mi héroe, mi jugador favorito.

A mi no me llama tanto la atención el fútbol, más bien, le tenía miedo, el típico, me va a dar un balonazo en la cara, no me gusta jugar, esa y mil respuestas más le daba siempre a mi papá para que no me metiera a jugar.

Pero a él, como lo amaba tanto, él quería que sus tres varones jugaran el deporte que más adoraba.

Óscar y Felipe desde más grandes los enseñó a jugar, no se porque a mí me quiso agarrar más pequeño.

Era un domingo familiar, primero fútbol y después carne asada con la familia de mis ambos padres en la casa.

El equipo de mi papá iban ganando por 3 goles a favor, mientras que el equipo contrato llevaba 2, no tenían que dejarse alcanzar. Mi papá estaba apunto de tirar el balón, se preparaba, revisaba a que dirección darle, el árbitro pitó y mi papá tiró.

Un jugador del equipo contrario recibió el balón, le pegó, causando que el balón se desviara por arriba de la portería, el campo era abierto, junto a las canchas, el balón había caído muy lejos, mi papá se ofreció a ir por el, el portero veía que no regresaba pronto mi papá, así que fue detrás de él.

Han escuchado eso que dicen "cayó como un rayo, así de la nada", pues, era lo que justamente había pasado, ya le encontraba sentido a esa frase.

El día estaba muy soleado, incluso sin nubes, el sol estaba en su mayor resplandor, cuando de pronto, se escuchó que cayó un rayo, no vimos en que dirección.

El árbitro comenzó a notar que no volvían los jugadores, el portero y mi papá, decidió ir a revisar, el segundo árbitro se llevó la mano a su oreja, donde tenía puesto el micrófono con el que se comunicaban entre ellos.

Pitó y ordenó que desalojáramos la cancha, nadie entendía que estaba pasando, nadie se movía, querían primero una explicación para poder irnos.

El árbitro gritó la razón del porque debíamos retirarnos.

No logré entender que era lo que había dicho, había mucha gente y gritos por detrás.

-¿Qué fue lo que dijo mami?.- pregunté.

-Que un jugador tuvo un accidente, pero, ¿dónde está tu papá?.- comenzó a buscarlo con la mirada.

Parte del equipo del campo, se acercó y nos indicaron la salida, mi mamá junto a mis hermanos no entendíamos nada, mi mamá no quería irse sin mi papá, pero por órdenes estrictas teníamos que irnos.