I lost you.

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NARRA KEVIN.

Después de cuarenta y cinco malditos minutos, logré salir del tráfico, los minutos más largos de mi vida.

Pisé con todo el acelerador del carro.

Tenía que llegar lo más rápido a la casa de mi pelicastaña.

El tiempo que dure atorado en el tráfico, nunca dejé de llamarle y mandarle mensajes, los cuales ningún habían sido respondidos.

El tiempo que dure atorado en el tráfico, nunca dejé de llamarle y mandarle mensajes, los cuales ningún habían sido respondidos

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-Amor contéstame la llamada por favor.-
-Amor necesitamos hablar, no es lo que parece, se que puede sonar como cualquiera cuando acaba de serle infiel a su novia, pero créeme, te estoy diciendo la verdad.-
-Fati por favor contéstame.-
12:23 am.

-Al menos dime que estás bien por favor.-
-Se que te fuiste corriendo del antro.-
-Dime que estás en la casa, o donde estés dime para ir por ti.-
-Por favor mi amor, necesito verte.-
12:58 am.

En menos de diez minutos, ya estaba subiendo en el elevador del edificio.

Llegué corriendo al departamento #2215.

El famoso departamento veintidós quince.

-Amor abre la puerta!.- toqué fuertemente la puerta.

Cero respuesta.

-Fati, necesitamos hablar por favor.- toqué aún más fuerte.—Por el amor de Dios amor, no me hagas esto, ábreme para que podamos hablar!.- grité.-Amor no es lo que tú piensas, tengo que decirte la verdad, tengo que contarte muchas cosas, si después de que te cuente todo sigues con la idea dejarme, lo voy a entender, pero primero dame la oportunidad de conversar.- hablé entre cortado.

Estaba enojado, sabía que no tenía nada de culpa ella, pero me estaba haciendo mal saber que no quería ni siquiera abrirme la puerta.

Decepcionado estaba de mi mismo, no podía creer que esto estaba pasando, todo se puede cambiar a un tono gris en cuestión de segundos.

Necesitaba ver a mi pelicastaña, necesitaba hacer que me creyera, que confiara en mí de nuevo, se que la confianza tal vez me sería difícil, pero, ¿como esperaría recuperarla si ni siquiera me daba la cara?.

Tranquilízate Kevin.

Tú la cagaste.

Estaba desesperado, comencé a pegarle más fuerte a la puerta del departamento, tenía que bajar los golpes, sino despertaría a los vecinos y estos podrían llamar a seguridad.

Pero no podía calmarme, necesitaba de ella.

Sabía que no me querría ver ni en pintura, pero necesitaba saber que ella estaba bien.

Maldito incrédulo.

Obviamente no lo estaba, acababa de presenciar algo que probablemente terminó de romperla.

𝒲𝒽𝒶𝓉 ℐ 𝒻𝑒𝓁𝓉, 𝒽𝑒 𝒽𝒶𝒹 𝒶𝓁𝓇𝑒𝒶𝒹𝓎 𝒻𝑒𝓁𝓉 𝒻𝒾𝓇𝓈𝓉.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora