There you belong.

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El día comenzaba de la mejor manera.

¿Cómo lo sabía?.

Porque por primera vez, en tres meses, me sentía mejor, me sentía de mucho mejor ánimo, con mucha energía, simplemente me sentía feliz.

Y todo era por ella.

Saber que encontré a donde se había ido.

Italia era la ciudad de sus sueños, ahí tuve que haber buscado desde hace mucho tiempo, pero, aún no era tarde, tendría que salir lo más pronto posible directo hacia Europa, las ganas de comerme a besos a mi pelicastaña, sentir de nuevo su calor, su olor, me estaba volviendo loco.

Pero, sabía perfectamente que no sería fácil.

Después de lo que ella cree que pasó, ¿tú crees que te va a recibir con los brazos abiertos?.

Incrédulo Kevin.

Sabía que al instante no me recibiría con singular alegría, eso lo tenía más que claro, sin embargo, como siempre lo he dicho, yo conozco a mi novia, se que podemos arreglarlo, puedo hacerle ver lo que realmente pasó esa noche, contarle toda la verdad, desde que conocí a esa chica hasta el último momento en que decidí no hablarle más.

El orgullo no habitaba en la persona que era mi pelicastaña, ella ordenaba que no fuera así con ella, por lo cual decidía ella no serlo, nunca le ha gustado hacer lo que ella no quiere que le hagan, la perspectiva de mi novia siempre era muy madura, ella tenía en claro lo que quería para su relación y que no, ella lo compartió conmigo y yo como buen novio, también le hice saber mis sentimientos, intenciones y por supuesto, mis "si" y "no" en una relación, al ver que compartíamos casi los mismos pensares, es donde decidimos que estábamos en la misma sintonía.

Esperaba lo mismo esta vez, que a pesar de estar separados tres meses, ella siguiera sintiendo lo mismo por mi, ese amor único que ella me daba.

Estaba dispuesto a dar todo de mí de nuevo, con tal de tenerla a mi lado.

Esta vez, no la dejaría ir nunca.

No la perdería por cualquier estupidez.

El camino al club, había estado de lo mejor, aunque había tráfico, eso no me importó, yo venía cantando a todo pulmón las canciones que adoraba mi novia, sabía que dentro de poco estaríamos de nuevo juntos cantándolas.

Al momento de pasar a la oficina de Jardine, aún me encontraba feliz con la vida, pero al pasar esos diez minutos, se desvanecería tal alegría.

-Puta madre.- maldije entre dientes.

-Wey, ¿qué pasó?, ¿qué te dijo el profe?.- habló Layún desde su cubículo de los vestidores.

-Pues me mandó a la chingada.- bufé mientras me sentaba.

-Hermano, ¿qué esperabas?, estamos a nada de empezar con la liguilla, era evidente que no te iban a dar permiso de viajar.- me abrazó Igor.

-¿Ibas a viajar a donde boludo?.-

-Italia, ahí está Fati.-

-¿Qué?, estás de loco, ¿cómo supiste?.- se paró en frente de mi.

Le conté a mi mejor amigo Brian cómo había descubierto el paradero de mi pelicastaña.

Se quedó boquiabierto ante tal noticia, mencionó que en la carta que la modelo les había dejado, les hizo saber sobre su participación en la pasarela, pero, hasta la fecha seguía sin decirles dónde se había ido antes.

𝒲𝒽𝒶𝓉 ℐ 𝒻𝑒𝓁𝓉, 𝒽𝑒 𝒽𝒶𝒹 𝒶𝓁𝓇𝑒𝒶𝒹𝓎 𝒻𝑒𝓁𝓉 𝒻𝒾𝓇𝓈𝓉.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora