NARRA KEVIN.
El día estaba más que increíble, por la mañana habíamos almorzado todos juntos, después nos reunimos en la playa para hacer una pequeña reta de volley, mujeres contra hombres, nosotros habíamos dado lo mejor que pudimos, pero, nos ganaron las chicas, era entendible ellas siempre que salían al club, lo practicaban.
Mañana nos subiríamos a un Yate, Zendejas lo había reservado para darnos un paseo durante todo el día, a mi me encantaba la idea.
El día estaba tranquilo, las chicas se habían ido a el spa que estaba dentro del hotel, los chicos y yo nos quedamos jugando ahora una reta de fútbol.
Incluyéndose gente que estaba en la playa, eran un grupo de amigos, mencionaron que venían de Argentina.
También hubo gente acercándose para pedirnos una foto, pensamos que se haría un caos, ya que era bastante gente, pero no, todo tranquilo, todos fueron muy amables, incluso llegamos a platicar por un buen rato con varios aficionados, claro, entre hombres si había el tema de fútbol de por medio, no había quienes nos detuvieran.
Al llegar la noche estábamos junto a mi pelicastaña arreglándonos para la fiesta de esta noche, Igor esta vez sí ganó su gran ida al antro.
-¿Cómo se llama el lugar?.- preguntó mi novia.
-Que según de llama Coco Bongo, que está muy padre dice el puñetas de Igor.- rió.
-Nunca había oído ese nombre.- reí.—¿Me ayudas a subir el cierre amor, no puedo.-
-Listo.- subí su cierre.—Te ves muy hermosa mi vida, me encanta como se te ve la falda.- la besé.
-Tu te ves tan guapo, tendré que amarrar nuestras manos para que nadie te me quite en el antro eh.- entrecerró los ojos.
-Eso no va a pasar mi amor, tú sabes que yo soy todo tuyo.- la pegué más hacia a mi.
-Dilo de nuevo.- susurró.
-Soy tuyo.-
Me jaló de mi camisa y me pegó hacia a ella para besarnos más cómodamente, deslice mis manos por su bello cuerpo, las posé en su cintura, la apreté, ella sonrió en medio del beso.
Maldita sea, como me gustaba que hiciera eso.
Fui dejando un pequeño camino de besos desde su boca hasta su cuello, en medio de uno succioné un poco de su piel.
Mi pelicastaña soltó un pequeño gemido.
No hagas eso, que yo no voy a parar.
-Kevin ya!.- dijo con voz entrecortada.
-¿Por qué?, aún hay tiempo.- susurré.
-Pero sabes que no me gusta llegar tarde.-
-Está bien amor, vámonos ya.- terminé dándole un pico.
Mi pelicastaña me dio la espalda para ir hacia la salida, no pude evitarlo y le di una pequeña nalgada.
-Nahín!!!, ¿qué te dije?.- reclamó.

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𝒲𝒽𝒶𝓉 ℐ 𝒻𝑒𝓁𝓉, 𝒽𝑒 𝒽𝒶𝒹 𝒶𝓁𝓇𝑒𝒶𝒹𝓎 𝒻𝑒𝓁𝓉 𝒻𝒾𝓇𝓈𝓉.
Hayran Kurgu-La única persona que faltaba por saber en qué parte del mundo estaba, ya me había encontrado.- hablé hacia mi subconsciente. Una ola de emociones y sentimientos llegan a tu corazón, no salen de tu cabeza por ninguna razón, pero eso es lo que hace e...