Las puertas de la terminal por fin se abrieron.
En el primer segundo que crucé dicha puerta, miré a mi alrededor para buscar a mis dos personas favoritas, en seguida pude visualizar un cartel enorme que se veía que dos personas sostenían tapándose la mitad del cuerpo y la cara, entonces leí aquel cartel.
"Bienvenida a casa, no te vuelvas a ir por favor".
En cuanto lo terminé de leer, mis lágrimas también se hicieron presentes, al igual que aquellas personas quitándose el cartel de la cara, entonces ahí estaban.
Mis dos mejores amigas, Liz y Karla.
Las dos corrieron con singular alegría hacia a mi, en cuanto estuvimos a metros de cercanía, decidimos que era momento de romper aquella distancia que nos había separado durante casi medio año.
Unimos nuestros tres cuerpos, nos abrazamos, saltábamos mientras girábamos en círculo, tres almas gemelas que por una dura y triste realidad, habían tenido que separarse.
Pero hoy, eso se había roto por fin.
-No nos vuelvas a hacer esto.- regañó Liz.
-Tiene razón perra, en tu vida vuelvas a irte sin decirnos nada.- añadió Karla.
-¡Oigan!, si yo también las extrañé mucho, me fue bien en el viaje, ¡gracias por preguntar!.- reclamé.—-Además, ya me habían regañado hace meses, me dieron ese mismo sermón a los días que me había ido.-
-Pues si, pero, por videollamada no te podíamos dar todos los zapes que te mereces mendiga.- me dio un ligero golpe en la cabeza.—Estás tonta, claro que te extrañamos, la casa no se siente igual sin ti, digo claro que no era la misma desde que te fuiste con el pendejo de Álvarez, pero al menos te teníamos cerca.-
-Nos tuviste preocupadas por tres días, para que al final tú estuvieras muy cómoda en.... bueno, ¿en dónde estuviste todo este mendigo tiempo Fátima Monserrat?.- regañó una vez más Karla.
-Italia, he vivido todo este tiempo ahí.-
-¿QUÉ?.- preguntaron al unísono.
-Me lo tuve muy guardado ¿verdad?.- bromeé.
-Si no fuera porque hay mucha gente aquí, te agarraría a golpes como no te imaginas mendiga, ¿cómo es posible que estuviste en Italia todos estos meses y sin decir nada?.-
-Tantas veces que nos dijiste que querías vivir ahí , nunca nos pasó por la mente.- bufó Liz.
-Lo ven, no me ponían atención ustedes mensas.-reí.—-Pero, no fue por decisión mía, ahí es donde me mandaron para la "concentración" del evento, después viajaré a Nueva York para cuando sea el gran día, grábense bien ahora a donde me iré eh.- alcé las cejas.
-Mínimo, es lo que merecemos desgraciada.-
-Un momento, ahora si podemos celebrar.- dirigió su mirada hacia Karla.-
-¿Celebrar qué?.- pregunté confusa.
-¡SERÁS UN ÁNGEL DE VICTORIA'S SECRET!.- gritaron una vez al unísono.
Bastó mencionar ese último suceso para que la Ecuatoriana y Mexicana, se abalanzarán sobre mi, haciendo que nos abrazáramos de nuevo las tres, ellas gritaban con total emoción, haciendo que la gente al rededor de las llegadas internacionales, nos miraran con una cara llena de confusión.
Deberíamos dejar de gritar o si no, nos echarían del aeropuerto.
¿Pero qué esperaban?.

ESTÁS LEYENDO
𝒲𝒽𝒶𝓉 ℐ 𝒻𝑒𝓁𝓉, 𝒽𝑒 𝒽𝒶𝒹 𝒶𝓁𝓇𝑒𝒶𝒹𝓎 𝒻𝑒𝓁𝓉 𝒻𝒾𝓇𝓈𝓉.
Fanfiction-La única persona que faltaba por saber en qué parte del mundo estaba, ya me había encontrado.- hablé hacia mi subconsciente. Una ola de emociones y sentimientos llegan a tu corazón, no salen de tu cabeza por ninguna razón, pero eso es lo que hace e...