CAP 3

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Al entrar en el lugar, mi mente solo pudo recordar lo que Ivana me había dicho. Maldito día en el que me adoptaron. Mi mejilla ardía, pero el maquillaje lo tapaba muy bien.

Al entrar, pude ver cómo estos sofás estaban llenos de hombres, algunos con armas, otros negociando, y algunas mujeres de más o menos 20 años encima de ellos

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Al entrar, pude ver cómo estos sofás estaban llenos de hombres, algunos con armas, otros negociando, y algunas mujeres de más o menos 20 años encima de ellos.

Se supone que las menores de edad no pueden estar en esta área, pero aquí estoy, por cosas del destino. Dios, maldito destino.

- ¿Quién es ella? -preguntó un señor de más o menos 40 años.

- Es su bailarina de hoy.

Y ahí mismo, uno de los hombres que se estaba besando con una de las chicas levantó la cabeza. ¡Cielos! Era el mismo tipo que estaba hablando con mi madre.

- Pero, nena, ¡empieza a moverte! No nos tengas miedo, cariño, menos a mí.

Eso me dio miedo. Cuando iba a hablar, dos chicos ingresaron al lugar rodeados de muchos hombres.

- Buenas noches -su voz era varonil, mejor dicho, todo en él lo era. Tenía algo que me atraía. ¡Dios, era tan bello y sexy!

- Buenas noches -respondí en un tono bajo.

- Llegó el rey de la mafia.

¿Esperen, ese hombre tan sexy era el rey del mundo? ¿En qué carajos me había metido? Se decía que el rey de la mafia era un hombre despiadado, que no tenía corazón y mataba a las personas a sangre fría. Otras personas decían que era muy sexy y jodidamente millonario.

Ese chico fue a sentarse en un sillón individual que estaba frente a mí. Los nervios estaban de punta. ¿Por qué estaba nerviosa? Ni siquiera lo conocía.

Me subí a la tarima y empecé a bailar sensualmente.

- ¿Cuánto cuesta esta muñequita? -habló un señor.

- Emma es cara, ya que es virgen y apenas tiene 17 -dijo una de las chicas.

- ¿Esperen, es una menor de edad? -preguntó el rey de la mafia.

- Sí, señor.

- Entonces, ¿qué hace aquí?

- Sus padres...

- ¿Y a ella le gusta siquiera estar aquí?

- La verdad, no tengo idea, señor.

- No lo sé, lo que sí sé es que esa chiquilla estará hoy debajo de mí.

Iba subiendo a lo más alto del tubo cuando escuché esa respuesta y me resbalé. Apreté mis ojos esperando el golpe, pero unos brazos fuertes me atraparon.

- ¿Estás bien? -De cerca, este hombre era aún más sexy.

- S...sí.

Nuestros ojos se conectaron y por unos segundos se nos olvidó que el mundo giraba y que había más personas en el lugar.

- Rey de la mafia, ¿puede dejar de tocar a mi chica?

- ¿Tu chica? -El chico despegó la mirada de mí y colocó mis pies en la tarima.

- Sí, es muy linda, ¿cierto? Me la llevaré a casa. Si la quieres usar hoy, te la presto, pero a partir de mañana es mía. Su madre me la vendió.

- Di... disculpe, ¿qué dijo? -¿Que mi madre había hecho qué?

- Tranquila, belleza, mañana serás mía -empecé a negar y mis lágrimas comenzaron a caer.

- Pues, como mañana será tuya, hoy me la llevaré yo.

- Me parece bien.

- ¿Cuánto es?

- 5 mil dólares.

- Bien, pagaré por ella...

¿Y aquí era donde mi vida terminaba?



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