Reputation ⟨⟨Oliver Queen⟩⟩

038

❝Flashpoint❞

❮I don't trust nobody and nobody trust me, I'll be the actress starring in your bad dreams❯

¿Qué era sentir que todo estaba perfecto? Para Barry, paz y tranquilidad, era octubre de 2016, un gran día para él, estaba tranquilo, todo estaba marchando de acuerdo a como él lo había planeado.

Haber alterado toda la historia y finalmente tener lo que quería, para él era lo mejor que había hecho, sus dos padres estaban vivos, y todo parecía tranquilo.

A excepción de que estos últimos días no había visto a Jennifer, no se molestó en ir al trabajo ni aparecer para las cenas familiares. ¿Dónde estaría ella?

—Maldito estúpido —ella golpeó al hombre que quiso propasarse con ella fuera del bar.

—Vamos cariño, sé que tú quieres —él volvió a abrazarla por la cintura.

Jennifer rodó los ojos y usando su poder lo lanzó lejos de ella.

—Te dije que no.

Se quitó el cabello de la cara y siguió caminando por el oscuro callejón, estaba en los límites de Central City, en aquel lugar que ni siquiera la policía se atrevía a ir.

Cuando sintió una presencia diferente, se quedó callada, bufó y metió las manos en sus bolsillos.

—¿Qué quieres ahora? —preguntó sabiendo perfectamente de quién se trataba.

—Tu ayuda —The Rival le contestó—, ¿crees que no sé qué también tienes poderes? —dijo.

—¿Y yo qué gano? —preguntó—, no es como que quiera enfrentarme a un niñito rápido y a la policía, suficiente tengo con mi familia de mierda criticándome por todas mis decisiones —expresó y volteó a ver al villano.

—Si me ayudas... —él sonrió de lado—. Nadie nunca más volverá a decir palabra alguna por cómo eres —se acercó a ella.

La examinó, el maquillaje oscuro en sus párpados, el arito en su nariz, su labial también era de un tono más oscuro, al igual que la ropa, ella vestía un camiseta con el logo de una banda de rock y jeans rotos, además de una chaqueta negra.

—Nadie volverá a decirte nada por el miedo que impartirás y podrás hacer lo que tú quieras —dijo.

No era la primera vez que The Rival trataba de convencer a Jennifer de unirse a él, pues creía que con sus habilidades podía apoderarse más rápido de la ciudad.

Ella bufó. —Lo pensaré, y deja de quitarme el tiempo que mañana tengo un desayuno con los mejores padres del mundo —dijo con sarcasmo, se dio la vuelta y siguió su camino.

Al día siguiente ella apareció en la puerta de la casa de sus padres y tocó el timbre.

Al verla Henry bufó y la dejó pasar.

—Lamento llegar tarde —dijo sin pena y se sentó a la mesa.

Barry al verla frunció el ceño, sabía que esta versión de su hermana no era la mejor, y en parte extrañaba a la Jennifer caritativa y cariñosa, pues en estos tres meses que había vivido en esa línea alterna, sabía que Jennifer no llevaba una vida tan tranquila y aparte ella ni siquiera conocía a Oliver.

Adentrados en el desayuno Jennifer supo que se avecinaría una ola de comentarios hacia ella después de que su querido hermano hubiera dado la noticia de la chica que le gustaba.

—Deberías aprender de tu hermano, Jennifer —su madre señaló—. Él terminó una carrera, tiene un trabajo estable y ahora probablemente tenga novia.