Capítulo 5

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El sonido del viento azotaba las ventanas de Grimmauld Place, donde Harry y Hermione se habían reunido con Ron, Ginny y Draco. La casa, antes un lugar seguro para ellos, ahora parecía fría y ajena, como si reflejara la incertidumbre que envolvía sus vidas. La investigación que estaban llevando a cabo avanzaba, pero las respuestas eran más sombrías de lo que esperaban.

-Encontré algo inquietante- dijo Hermione, su voz baja mientras colocaba un libro antiguo sobre la mesa del comedor. -Este texto habla de un antiguo ritual, llamado El Vínculo del Equilibrio. Se utilizaba en tiempos de gran inestabilidad mágica... para forzar la unión entre magos y brujas, con el fin de restaurar el balance de la magia.

-¿Forzar la unión?- repitió Harry, con el ceño fruncido. -¿Así como lo que estamos viviendo ahora?

-Exactamente- asintió Hermione. -El decreto del Ministerio parece estar inspirado en este ritual. Pero hay algo más... según lo que leí, este tipo de hechizo solo se activaba si la magia misma lo consideraba necesario. Es decir, no fue el Ministerio quien ideó este plan. Fue la magia.

El silencio cayó sobre la habitación como una losa de piedra. La idea de que la magia misma estuviera detrás de todo esto, actuando como una fuerza imparable, era aterradora.

-¿Qué estás diciendo? ¿Que no hay forma de detenerlo?- preguntó Ron, incrédulo.

-Estoy diciendo que necesitamos encontrar la fuente del desequilibrio mágico- respondió Hermione, su tono cargado de urgencia. -El Ministerio está siendo manipulado tanto como nosotros. Si descubrimos qué está causando este desbalance, tal vez podamos desactivar el hechizo.

Draco, que había estado escuchando en silencio, se inclinó hacia adelante.

-¿Y cómo se supone que hagamos eso? La magia es impredecible. No puedes simplemente deshacer algo tan poderoso con un golpe de varita.

-Lo sé- admitió Hermione, mirando a Draco. -Pero no tenemos otra opción. Si la magia está buscando restaurar el equilibrio, entonces hay algo o alguien detrás de este caos. Tenemos que averiguar qué lo provocó.

-¿Y qué pasa si es demasiado tarde?- intervino Ginny, sus ojos reflejando una mezcla de miedo y desesperación. -¿Y si la magia ya ha decidido nuestro destino?

Harry, que había estado en silencio hasta ese momento, finalmente habló. -No podemos rendirnos sin intentarlo. No después de todo lo que hemos pasado.

Sus palabras resonaron en la habitación, y aunque nadie lo dijo en voz alta, todos compartían el mismo temor. La guerra había terminado, pero la batalla por sus propias vidas apenas comenzaba.

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Al día siguiente, Harry, Hermione y Ginny se dirigieron al Departamento de Misterios, uno de los lugares más enigmáticos del Ministerio de Magia. Sabían que si había respuestas sobre la magia antigua, este era el lugar donde podrían encontrarlas.

-Estamos buscando cualquier registro sobre el comportamiento anómalo de la magia en los últimos años- explicó Hermione al guardia que custodiaba la entrada.

El hombre los miró con desconfianza, pero al ver que era Harry Potter quien lo solicitaba, finalmente les permitió el acceso. Los tres entraron en la vasta sala llena de estanterías interminables, donde los secretos del mundo mágico se guardaban bajo llave.

-Este lugar me da escalofríos- murmuró Ginny, mientras observaba los artefactos y documentos antiguos a su alrededor.

-Vamos a dividirnos- sugirió Hermione, ya en modo de investigación. -Busquemos cualquier cosa que mencione el Vínculo del Equilibrio o eventos mágicos similares.

Pasaron horas buscando en los archivos, y aunque habían encontrado varias referencias a la magia fluctuante después de la guerra, no había nada concreto que explicara por qué la magia había decidido intervenir ahora. Justo cuando empezaban a perder la esperanza, Ginny encontró algo.

-Mira esto- dijo, mostrándoles un pergamino amarillento. -Habla de una profecía que menciona un desequilibrio en la magia. Dice que cuando el mundo mágico esté fragmentado por el odio y el miedo, la magia buscará unir a sus hijos para restaurar la paz.

-¿Una profecía?- preguntó Harry, tomando el pergamino con cuidado. -¿Esto significa que todo esto estaba predicho?

-No lo sé- respondió Ginny, mordiéndose el labio. -Pero si esta profecía es cierta, entonces la magia cree que está haciendo lo correcto.

Hermione frunció el ceño, pensando rápidamente.

-No necesariamente. Las profecías no siempre son claras, y pueden interpretarse de diferentes maneras. Si la magia está actuando por miedo a otro conflicto, tal vez podamos mostrarle que hay otra forma de restaurar el equilibrio sin sacrificar nuestras vidas.

-¿Y cómo se supone que hagamos eso?- preguntó Ginny.

-Primero tenemos que entender qué está causando el miedo en la magia- respondió Hermione, volviendo a sumergirse en sus pensamientos. -Hay algo en el aire, algo que aún no hemos visto.

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Esa noche, de vuelta en Grimmauld Place, el grupo se reunió para discutir sus hallazgos. Draco, quien había estado investigando en solitario, llegó con una expresión sombría.

-Descubrí algo interesante- dijo, arrojando un documento sobre la mesa. -Parece que algunos altos mandos del Ministerio están al tanto de esta profecía, y algunos incluso creen que es inevitable.

-¿Qué significa eso?- preguntó Harry, tomando el documento.

-Significa que algunos de ellos están dispuestos a sacrificar nuestra libertad si eso significa preservar la paz en el mundo mágico- respondió Draco, con los dientes apretados. -Están usando la profecía como una excusa para implementar la ley.

Hermione suspiró, sintiendo el peso de la situación.

-Entonces, no solo estamos luchando contra la magia. También estamos luchando contra el propio Ministerio.

El silencio cayó sobre ellos una vez más, pero esta vez, había una determinación renovada en el aire. Sabían que el camino por delante sería difícil, pero si algo había quedado claro en sus años de lucha contra el mal, era que no importaba cuán abrumadoras fueran las probabilidades, siempre lucharían por su libertad.

Unidos Por la MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora