Capítulo 40

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El cielo sobre Londres estaba despejado, como si incluso el clima reconociera el nuevo comienzo que aguardaba al mundo mágico. Días después de la rebelión pública, el Wizengamot se reunió para discutir la Ley de Matrimonios Concertados. La presión de la población mágica, el apoyo de las familias afectadas y el emotivo discurso de Harry habían inclinado la balanza.

El veredicto fue claro: la ley sería derogada.

En cuestión de días, la comunidad mágica se vio sacudida por la noticia. El Ministerio de Magia, que durante años había impuesto matrimonios y controlado las vidas de muchos, ahora otorgaba la opción de una separación mágica a las parejas que lo desearan. La libertad, tan anhelada, finalmente se había logrado.

Harry y Hermione, que ya habían comenzado a forjar una vida juntos desde el nacimiento de Lily, se sentían más tranquilos que nunca. Ahora, sin la amenaza de la interferencia del Ministerio, podían disfrutar plenamente de su familia. Con su segundo hijo en camino, la calma que sentían era una sensación que no habían experimentado en mucho tiempo.

Una tarde, mientras paseaban por el jardín de su casa, Harry sostuvo la mano de Hermione y le dedicó una sonrisa serena.

-Hemos pasado por tanto- dijo, mirando a Lily, quien corría feliz entre las flores. -Y, sin embargo, aquí estamos. Construyendo algo por nosotros mismos.

Hermione asintió, acariciándose el vientre.

-Ya no estamos atrapados. Esta vez, todo lo que hacemos es por nuestra elección.

Harry se inclinó para besarle la frente.

-Nuestro futuro es nuestro para escribir.

Draco y Luna, en su hogar, también sentían el alivio de una libertad largamente buscada. Scorpius jugaba en la sala de la Mansión Malfoy, mientras Luna acariciaba su vientre, sabiendo que el segundo hijo que esperaba nacería en un mundo menos controlado. Por primera vez, Draco veía la Mansión Malfoy no como una prisión, sino como un hogar donde su familia podía vivir libremente.

Lucius y Narcissa, aunque silenciosos, observaban cómo su hijo y nuera habían formado algo puro. Incluso ellos, a su manera, parecían comenzar a comprender lo que significaba realmente la libertad. Lucius había sido liberado de Azkaban, pero ahora, Draco también sentía que, por fin, todos ellos lo estaban.

Luna, con esa tranquilidad en la mirada que la caracterizaba, le sonrió a Draco.

-Hemos pasado por mucho, pero lo importante es que estamos aquí, juntos.

Draco la abrazó, mirando a Scorpius y al hijo que estaba por llegar.

-Un futuro libre, para ellos y para nosotros.

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Días después, las parejas se reunieron para una cena íntima en la casa de Harry y Hermione. Grimmauld Place. La celebración no era pomposa ni grandiosa, sino un encuentro entre amigos que habían superado juntos las dificultades más oscuras. La mesa estaba repleta de comida casera, risas y conversaciones, y los niños jugaban alegremente a su alrededor.

Ginny y Neville se miraban con una sonrisa mientras Frank dormía en el regazo de Ginny. Ron y Daphne, que ahora disfrutaban de la felicidad de haber dado la bienvenida a Gideon al mundo, compartían anécdotas de los primeros días de la paternidad. Mientras tanto, Blaise y Pansy, que también esperaban su segundo hijo, hablaban sobre los planes para el futuro de su familia.

Luna levantó su copa, invitando a los demás a hacer lo mismo.

-A la libertad que hemos recuperado, y al amor que nunca nos podrán arrebatar.

Todos brindaron, sintiendo la conexión profunda que compartían. No eran solo amigos; eran una familia que había nacido de la lucha, del amor y de la esperanza.

Al finalizar la cena, los niños comenzaron a quedarse dormidos, exhaustos por la diversión del día. Uno a uno, los invitados se retiraron, dejando solo a Harry y Hermione en la casa, junto a Lily y el hijo que pronto llegaría.

Hermione se detuvo un momento, observando a Lily dormir plácidamente en su cuna. Harry se acercó y la abrazó desde atrás, colocando una mano protectora sobre su vientre. Por primera vez en mucho tiempo, el futuro les pertenecía completamente.

-Cuando todo esto empezó, jamás pensé que estaríamos aquí- dijo Hermione en voz baja. -Tantas veces pensé que no lo lograríamos.

Harry sonrió, besándole el hombro.

-Siempre encontraremos una manera. Porque lo que nos mantiene unidos no es una ley, es algo mucho más fuerte.

Hermione giró para mirarlo a los ojos, sus dedos entrelazados con los de Harry.

-Amor, esperanza, y nuestras decisiones.

-Exactamente- dijo Harry. -Y ahora, somos nosotros quienes escribimos el próximo capítulo de nuestras vidas.

Juntos, en silencio, se quedaron observando a Lily mientras dormía, y sintieron la paz que ambos habían anhelado por tanto tiempo. El mundo había cambiado, y ahora podían disfrutar de la simple felicidad de ser una familia. Lo que había comenzado con temor y opresión, había terminado con una libertad renovada, una en la que ellos y sus amigos habían encontrado la forma de avanzar, unidos por el amor.

Con la promesa de un futuro libre, Harry y Hermione, así como el resto de sus amigos, estaban listos para lo que viniera. El amor, la unidad y la esperanza ahora eran los pilares sobre los que construirían el resto de sus vidas.

FIN

Unidos Por la MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora