Unidos Por la Magia

Capítulo 37

La lluvia caía suavemente sobre el tejado de la casa de Harry y Hermione, creando un ritmo constante que llenaba el silencio de la sala de estar. Harry se apoyaba contra la chimenea, con los brazos cruzados, mientras observaba a sus amigos reunidos. Todos estaban allí: Draco y Luna, Ron y Daphne, Ginny y Neville. Sus expresiones eran serias, una mezcla de preocupación y determinación que reflejaba lo que llevaban meses sintiendo. El Ministerio había cruzado una línea.

-Esto no puede continuar- dijo Harry, rompiendo el silencio. -Nos están controlando a través de nuestros hijos.

Hermione, sentada en el sofá junto a él, asentía mientras frotaba instintivamente su vientre. Aunque apenas había comenzado a mostrar su embarazo, el miedo de que el Ministerio pudiera tener algún control sobre su futuro hijo la carcomía por dentro.

-Tienen cada detalle de nuestras vidas en sus manos, y cada vez más interferencias. Nos tratan como si nuestras familias fueran simples peones en su juego político.

Ron, sosteniendo a su bebé recién nacido, Gideon, en brazos, apretó los labios.

-Ya estamos hartos. Todos hemos cumplido con esta maldita ley, pero no firmamos para que nos manejaran como si fuéramos sus marionetas.

Draco, quien estaba sentado junto a Luna con Scorpius en su regazo, miró fijamente al suelo.

-El problema es que tienen poder para hacer lo que quieran. Los documentos que firmamos, los contratos mágicos... es como si nos hubieran atado a ellos de por vida.

-Nos controlan a través de las leyes y de nuestros hijos- dijo Luna, acariciando la cabeza de Scorpius. -Pero el poder que realmente temen es el amor que compartimos y la libertad de elegir nuestras propias vidas.

Ginny, que había estado en silencio hasta ese momento, habló con voz baja pero firme.

-No podemos simplemente sentarnos y seguir permitiendo que dicten nuestras vidas. ¿Pero qué hacemos? ¿Cómo los enfrentamos sin poner en peligro a nuestros hijos?

Neville, que estaba sentado junto a ella, intervino.

-El Ministerio necesita ver que no vamos a seguir siendo sus símbolos de éxito. Si seguimos permitiendo que nos utilicen, esto nunca va a parar.

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La Revelación

Hermione se inclinó hacia delante, el tono de su voz bajando, casi como si temiera que alguien estuviera escuchando.

-Hay algo más. No lo he compartido antes porque no estaba segura de cómo afectaría a todos, pero he estado investigando cómo el Ministerio ha manipulado las uniones mágicas bajo esta ley. Creo que las conexiones entre nosotros no son completamente naturales.

Harry frunció el ceño.

-¿Qué quieres decir con eso, Hermione?

-Las uniones que forjaron con la ley... no fueron solo mágicas en el sentido convencional. Creo que también hay un elemento de compulsión. Han utilizado magia antigua para asegurarse de que las parejas se mantengan leales al propósito de la ley, no solo entre nosotros, sino al Ministerio.

Ron miró a Hermione con incredulidad.

-¿Quieres decir que... que nuestras decisiones han sido influenciadas mágicamente todo este tiempo?

-En parte, sí- admitió Hermione. -La ley no solo se trataba de forzar matrimonios. Querían controlar el futuro de la comunidad mágica, y lo hicieron jugando con las emociones y la magia de cada uno de nosotros.

El silencio que siguió fue pesado. Luna fue la primera en hablar, con su voz tranquila y etérea.

-No pueden controlar lo que es verdadero. No pueden controlar lo que sentimos. No importa cuánta magia antigua hayan usado, nuestras decisiones son nuestras.

Draco asintió lentamente.

-Pero ahora sabemos que hay más en juego. No podemos permitir que sigan interfiriendo con nuestras vidas. Ni con las de nuestros hijos.

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El Plan

A medida que la noche avanzaba, las discusiones se volvieron más intensas. Sabían que debían actuar, pero también sabían que cualquier movimiento en falso podía poner a sus hijos en peligro. Finalmente, fue Harry quien propuso la idea.

-Necesitamos exponer lo que el Ministerio ha estado haciendo- dijo con firmeza. -Revelar cómo nos han manipulado. Si conseguimos pruebas suficientes y las hacemos públicas, pondremos al Ministerio en una posición donde tendrán que retroceder. Pero tenemos que ser inteligentes.

Hermione asintió.

-Podemos trabajar en la recolección de pruebas. Tengo algunos contactos en el Departamento de Misterios que podrían ayudar. Pero necesitamos ser rápidos, porque el Ministerio está organizando un evento público, donde quieren que presentemos a nuestros hijos como símbolos del éxito de la ley.

Draco frunció el ceño.

-No pienso exponer a Scorpius a su propaganda. Pero también sé que no podemos simplemente negarnos a asistir sin consecuencias.

Ron se levantó, con una expresión decidida.

-Entonces no nos negamos a asistir. Vamos, y les mostramos que no somos los peones que creen.

Neville miró a Harry.
-¿Una especie de boicot público?

Harry asintió.

-Exacto. Asistimos, pero no jugamos según sus reglas. Y cuando tengamos la oportunidad, los enfrentamos directamente. Si todos estamos unidos, podemos hacer que el Ministerio escuche.

Luna, con una sonrisa tranquila, asintió también.

-El amor siempre encuentra una forma de ganar, incluso contra la magia más oscura.

Hermione tomó la mano de Harry, y el resto de sus amigos siguieron su ejemplo, comprometidos a enfrentarse al Ministerio juntos, sin importar las consecuencias.

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Cuando la reunión terminó y los amigos comenzaron a despedirse, el aire en la casa de Harry y Hermione se sentía más pesado. Sabían que lo que estaban planeando era arriesgado, pero también sabían que ya no podían seguir permitiendo que el Ministerio controlara sus vidas.

Harry miró a Hermione mientras recogían las últimas tazas de té.

-¿Crees que esto funcionará?

Hermione suspiró.

-No lo sé, Harry. Pero lo que sí sé es que no podemos seguir viviendo así. Tenemos que intentarlo.

Harry la abrazó con fuerza, mirando hacia la cuna donde Lily dormía plácidamente. Sabía que estaban a punto de enfrentarse a una batalla que no sería fácil, pero por su familia y por sus amigos, estaba dispuesto a hacer todo lo necesario.