Los días después de la celebración del cumpleaños de Lily transcurrieron con una calma extraña, casi como si la vida estuviera preparando a todos para el siguiente giro. La casa de Harry y Hermione recuperó su habitual tranquilidad, pero la sensación de que algo estaba por cambiar permanecía en el aire.En las semanas posteriores, las noticias del embarazo de Daphne habían sido motivo de alegría y bromas continuas entre los amigos. Ron no dejaba de hablar de cómo quería un pequeño "mini-Ron" corriendo por ahí, aunque Hermione siempre bromeaba diciéndole que probablemente Daphne sería la que impondría el carácter en esa familia.
Una tarde soleada, Ron y Harry decidieron reunirse en el Valle de Godric, un lugar que siempre les había traído recuerdos encontrados. Esta vez, sin embargo, el ambiente era más ligero. Se sentaron en la cima de una pequeña colina, observando el pueblo y charlando sobre la vida.
-Así que, ¿cómo te sientes con todo esto de ser padre?- preguntó Harry, mirando a Ron, que estaba jugando distraídamente con una piedra.
Ron sonrió, pero su mirada se tornó pensativa.
-Es una locura, ¿sabes? Hace unos meses pensaba que Daphne y yo teníamos todo el tiempo del mundo, pero luego nos enteramos de que ya tenía tres meses de embarazo, y... ¡boom!, todo cambió de golpe.
Harry asintió, sabiendo perfectamente a lo que se refería.
-Es increíble cómo todo cambia sin que lo veas venir. Un día estás luchando contra mortífagos, y al siguiente estás buscando el juguete perfecto para tu hija.
Ron soltó una risa.
-Sí, es un giro bastante loco. Pero, ¿sabes qué? Me emociona. Ver cómo ustedes lo manejan, tú, Hermione, Ginny y Neville... me hace darme cuenta de que tener un hijo es lo que realmente quiero. Es una especie de propósito.
Harry observó a su amigo, notando el cambio en él. El Ron que siempre había sido impulsivo y un poco despreocupado ahora hablaba con madurez y una calma que Harry apreciaba. Estaban creciendo, no solo como magos, sino como personas.
-Creo que todos nos sentimos un poco igual- respondió Harry. -Ser padres... no es lo que esperábamos cuando todo esto empezó. Pero creo que es lo que necesitamos ahora.
Ron asintió, su mirada fija en el horizonte.
-Daphne y yo hemos hablado mucho de eso últimamente. Me siento afortunado, ¿sabes? A pesar de que todo empezó de una manera que ninguno de nosotros quería... siento que estamos construyendo algo bueno. Algo que vale la pena.
El silencio entre ellos fue cómodo. Ambos miraron el paisaje en silencio, compartiendo un entendimiento que iba más allá de las palabras.
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En la Mansión Malfoy
Mientras tanto, en la mansión Malfoy, Draco y Luna continuaban ajustándose a su vida con Scorpius, que había comenzado a dar sus primeros pasos por si solo sin apoyo de nada, con una torpeza que sacaba sonrisas tanto a sus padres como a los elfos domésticos que lo seguían con devoción.
La relación con Lucius y Narcissa aún era frágil, pero las visitas se habían vuelto más frecuentes. Lucius se mostraba extrañamente calmado, una versión muy distinta del hombre imponente que había sido antes de Azkaban. Narcissa, por su parte, se dedicaba a Scorpius cada vez que lo veía, tratando de recuperar el tiempo perdido con una ternura que no había mostrado antes.
Esa tarde, Draco se encontraba en su despacho, revisando documentos del negocio familiar, cuando Luna entró silenciosamente, sosteniendo una carta en la mano.
-Draco- dijo suavemente, atrayendo su atención. -Acaba de llegar esto del Ministerio.
Draco levantó la vista, un gesto de preocupación en su rostro.
-¿Otra inspección sobre la Ley de Matrimonios?
Luna negó con la cabeza, entregándole la carta. -Es algo diferente.
Draco abrió la carta rápidamente, su ceño fruncido mientras leía. Luego, sus ojos se abrieron de par en par.
-Quieren que Scorpius asista a un evento... con otros hijos nacidos bajo la ley.
Luna se sentó frente a él, su expresión tranquila pero reflexiva.
-Parece que el Ministerio quiere hacer algún tipo de muestra pública. Quieren que estos niños simbolicen el éxito de su decreto.
El rostro de Draco se tensó. -No voy a dejar que lo utilicen de esa manera. Scorpius no es un símbolo, es nuestro hijo.
Luna le puso una mano en el hombro, calmándolo.
-Lo sé, Draco. Pero tenemos que pensar en cómo manejar esto. No podemos simplemente ignorar al Ministerio.
Draco suspiró, dejando caer la carta sobre la mesa. -Primero controlaron nuestros matrimonios. Ahora quieren controlar a nuestros hijos. No sé cómo vamos a salir de esto.
Luna se acercó a él, apoyando su cabeza en su hombro.
-No podemos dejar que ellos dicten nuestro futuro, Draco. Encontraremos una manera de proteger a Scorpius, de mantenerlo a salvo de sus manipulaciones.
Draco la abrazó con fuerza, encontrando consuelo en su calma inquebrantable. Sabía que, mientras estuvieran juntos, podrían enfrentar cualquier desafío, pero la creciente interferencia del Ministerio los ponía a prueba como nunca antes.
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Una Carta Inesperada
Mientras tanto, en la casa de Harry y Hermione, la paz también estaba a punto de romperse. Una lechuza llegó volando hasta la ventana del salón, dejando caer una carta oficial del Ministerio en las manos de Hermione. La abrió con una sensación de preocupación.
-Harry- llamó, atrayendo su atención desde la cocina.
Él entró en la sala, secándose las manos. -¿Qué ocurre?
Hermione le entregó la carta sin decir una palabra. Harry la leyó rápidamente, su expresión endureciéndose a medida que avanzaba.
-Quieren que llevemos a Lily a un chequeo obligatorio- dijo con una mezcla de irritación y preocupación. -Parece que están haciendo un seguimiento más estricto de los niños nacidos bajo la Ley de Matrimonios.
Hermione asintió, compartiendo su malestar.
-No me gusta esto, Harry. Sabíamos que el Ministerio seguía vigilando, pero esto... es demasiado.
Harry dejó caer la carta sobre la mesa con fuerza.
-No vamos a dejar que controlen nuestras vidas de nuevo. Lily es nuestra hija, no un experimento para el Ministerio.
Hermione lo miró, sus ojos llenos de determinación.
-Entonces, tendremos que encontrar una manera de detener esto antes de que vaya más lejos.
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Unidos Por la Magia
RomanceLuego de la guerra, dos años exactamente, el ministro de magia lanzó una nueva ley, ley que se basa en "Matrimonios Concertados" por la magia. Nunguna persona que tenga de 18 a 35 años que no esté casado queda exento de esta ley. Todos tienen el deb...