EPÍLOGO | Nueva Orden

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—¡La reunión comienza en diez minutos! —exclama Sergei, a las afueras de nuestra habitación

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—¡La reunión comienza en diez minutos! —exclama Sergei, a las afueras de nuestra habitación.

Me río entre dientes, recordando la incómoda escena que vio entre Vladimir y yo al entrar una vez sin tocar.

Termino de retocar el sutil maquillaje que hice, para luego, limpiar los residuos de polvos que cayeron sobre la chaqueta que hoy estoy usando a juego con la de mi esposo. Decidí vestirme con un traje de gala de oficial blanco con detalles negros mientras él porta uno con los colores invertidos; totalmente negro con sus bien definidos detalles en blanco plata.

Vladimir me ha sumergido en su mundo y su trabajo, tomando fuerza no sólo por ser su esposa, sino también por mis aportes a la nación en cuanto a las situaciones internas del pueblo.

—Te ves hermosa hoy, cariño. —me halaga, haciendo un leve masaje en mi cansado cuello, cuidando de no arruinar las hombreras del traje.

Me levanto del tocador, y me devuelvo para abrazarlo por eternos minutos de silencio. Inhalo su aroma amaderado y disfruto del calor que me brinda su cuerpo, cuidando también de no arruinar su presentación personal.

—Es hora. —afirmo, separándome, e invitándolo a seguirme hasta la sala de reuniones generales.

Ahí nos esperan aliados cercanos, y por supuesto, nuestro viejo amigo Raúl, padrino de nuestra boda y fiel invitado de nuestra casa, quien ha logrado sus objetivos de guerra y ahora se encuentra descansando de todo.

Aunque es mentira, aún nos sigue ayudando luego de decir que se iba a tomar un tiempo alejado de su lado belicista.

Llegamos a nuestro destino, donde algunos comienzan a guardar silencio, y otros siguen hablando entre suaves y lentos susurros.

—Ha llegado mi pareja favorita, cabrones, cállense. —exige Valeria, quien se levanta y se dirige hacia nosotros, para saludarme a mi en especial.

—A mi nadie me manda a callar, Garza. —espeta Dragovich, desafiante, en un obvio tono de juego, mientras se levanta para hacerle el saludo militar a Vladimir.

Luego de que todos se calmaran, pudimos comenzar una sana reunión de informe sobre la situación actual de todos y el cómo podríamos trazar planes de apoyo entre nosotros, también, pidiéndonos al día con todo lo nuevo que ha sucedido en nuestras vidas.

Una noticia que fue como un balde de agua fría para Vladimir y yo fue la extinción total de la Fuerza Operativa 141, con el suicidio de Simon "Ghost" Riley hace pocas semanas. Declaró en una carta que no pudo seguir cargando sobre su espalda la culpa que sentía por la muerte de su equipo. En parte, estuvo en lo cierto, sus acciones condujeron inconscientemente a sus colegas a un fatal destino, pero por otro lado, nadie se lo esperaba, porque todos le tenían la misma imagen de hombre frío y antipático, así que esto, nos sorprende a todos.

Lo demás, no tiene mucha relevancia; Valeria necesita apoyo con tropas Spetsnaz para combatir contra el flamante Alejandro Vargas, el macho mujeriego más famoso de México. Dragovich se retira también por un tiempo, y los demás simplemente no tienen nada para resolver con la urgencia de necesitar apoyo, solamente acudieron para enterarse de la actualidad de todos.

ESTOCOLMO {Vladimir Makarov}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora