+BONUS | Fallido Golpe Terrorista

682 63 11
                                    

El avión despegará pronto, unas cuántas personas son quienes demoran el vuelo, porque no han llegado o están discutiendo temas sobre su equipaje

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El avión despegará pronto, unas cuántas personas son quienes demoran el vuelo, porque no han llegado o están discutiendo temas sobre su equipaje. Lo normal en este tipo de situaciones es que otra mujer, posible embarazada o con un niño en brazos, se siente a mi lado para joder mis horas de sueño con sus asuntos personales, o algún hombre absolutamente molesto por las llamadas de su novia celosa, sin embargo, esta vez tengo la suerte de ser acompañada por un caballero que parece no tener las intenciones de molestar. Lleva un pulcro traje negro, es joven, no pasaría de los treinta y cinco años seguramente, viaja ligero, no lleva mucha cosa, una simple maleta que coloca arriba en el porta-equipaje, seguido de esto, se sienta a mi lado sacando su móvil para revisar algo rápidamente y luego guardarlo.

—Buenas noches, señorita. —me saluda, con total educación, acepto su mano, lleva puestos unos guantes de cuero real, absolutamente fino y bien cuidado.

—Buenas noches, señor. —respondo, manteniendo la misma cordialidad.

—Oh, por favor, ¿luzco así de viejo? —me pregunta, en medio de un sutil ataque de risa.

Se ve tan agradable, tan apuesto mientras sonríe abiertamente, este será un grato viaje.

—Me disculpo, es la costumbre de los modales... 

Giro mi rostro, que ahora debe estar completamente rojo. Siento el calor subiendo rápidamente a mis mejillas, sin poderlo contener, me empiezo a remover en mi silla, nerviosa. Al parecer, él lo nota sin ningún problema, entonces aprovecha para tomar mi mano y besarla, antes de presentarse.

—Soy Vladimir Makarov, un gusto, bella jovencita. —me guiña un ojo, en plan coqueto, sin importarle que su indiscreción logra hacerme temblar en un segundo.

Digo mi nombre como respuesta a su educada presentación, mirándolo a la cara por error, y digo esto por sus siguientes palabras...

—¿Se encuentra bien? Está roja y temblando... —me indica, sosteniendo mi mano con más fuerza, como si disfrutara de mi repentino Parkinson.

—Eh, yo... creo que no... —trato de explicarme, tartamudeando con total torpeza.

Mi teléfono comienza a sonar, salvándome del contacto físico con los fríos guantes del joven a mi lado, una perfecta excusa para alejarme un poco.

—¿Le importa? —cuestiono hacia Makarov, haciéndole notar que era una videollamada, por si le resultaba incómodo para ponerme de pie e ir a otro sitio.

—No, en lo absoluto, tranquila.

Le sonrío con amabilidad por su respuesta, y procedo a contestarle a mi fastidiosa hermanita menor, quien se gradúa en dos días, motivo de mi regreso a mi natal país.

"¡Holaaa! ¿Cómo está la mejor hermana mayor del mundoo?" me pregunta Samantha con un exagerado entusiasmo, acercando sus grandes ojos verdes a la cámara.

ESTOCOLMO {Vladimir Makarov}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora