Aunque Me Duela

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Vladimir Makarov

El día se me ha hecho eterno, y lo que más deseo es volver a casa para cortar de raíz toda esta guerra interna de sentimientos absurdos e innecesarios

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El día se me ha hecho eterno, y lo que más deseo es volver a casa para cortar de raíz toda esta guerra interna de sentimientos absurdos e innecesarios.

Price tal vez tenga razón; es muy probable que ella me deteste cuando por fin se quite la venda de los ojos. Entonces, ¿para qué luchar por una relación imposible?

Alguien como yo jamás podrá ser feliz, y tampoco merezco algo tan hermoso como ella.

—¿Señor? ¿Irá al cuartel o a su sitio seguro? —me vuelve a preguntar Kiril, al no haber recibido una respuesta de mi parte la primera vez que preguntó.

—Iré a mi sitio seguro, tengo un asunto que resolver.

Una vez que mis palabras llegan a sus oídos, pone el auto en marcha hacia la dirección acordada. Los demás terminarán de limpiar el Palacio del Kremlin, entonces no hay nada más de qué preocuparme, solamente tengo que concentrarme en matar todos los sentimientos que tengo hacia esa chica que me espera en casa, para dejarla libre, para no lastimarla, para no lastimarme a mi mismo, para que cada quien tome su camino por aparte, un camino hacia su felicidad.

Aunque dudo que yo alcance tal felicidad sin ella a mi lado.

¿Qué diablos me pasa por la cabeza al hacer lo que Price me dijo?

No lo sé, pero la verdad en sus palabras fue tanta, que me atormentarán hasta el día de mi muerte si no ejecuto su consejo, entonces tengo que hacerlo, aunque me duela.

No lo sé, pero la verdad en sus palabras fue tanta, que me atormentarán hasta el día de mi muerte si no ejecuto su consejo, entonces tengo que hacerlo, aunque me duela

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Al llegar, me encuentro con un escenario apocalíptico dentro de la casa. Nadie, absolutamente nadie más se encuentra en este lugar, sin contar la maraña de nervios y llanto incontrolable de mi prometida, quien toma con fuerza su cabello mientras llora y se balancea en una esquina de la sala principal. No ha notado mi presencia en la oscura lejanía, por culpa de los muebles que logran esconderla y cubrir su visión en un gran porcentaje. Está desesperada, ansiosa, y no puedo permitir que se haga daño al tirar de su pelo y arañar su piel con sus bonitas uñas.

ESTOCOLMO {Vladimir Makarov}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora