44.

10 4 0
                                    


Aika estaba sentada en la cafetería de la oficina, revisando unos documentos y esperando a que llegara Suwa, quien le dijo que debían hablar en persona pronto. La luz del sol entraba por las ventanas, creando un ambiente acogedor, y ella se sentía contenta por poder tomar un descanso del trabajo. La semana había sido agotadora, llena de reuniones y plazos que cumplir.

Cuando Suwa llegó, Aika la saludó con una sonrisa.

—¡Hola! Te veía llegar —dijo Aika, dejando los documentos a un lado—. ¿Cómo va todo?

—Bien, aunque me enteré de algo que me tiene un poco preocupada —respondió Suwa, sentándose frente a ella y mirando a su alrededor, como si buscara a alguien más.

—¿De qué hablas? —preguntó Aika, sintiendo que la curiosidad la invadía.

Suwa se inclinó un poco hacia adelante, bajando la voz.

—Me enteré de la situación con Rikako y Riko. Digamos que Aina estaba mensajeando con Rikako, yo sin querer queriendo vi la conversación y se molestó conmigo —dijo, frunciendo el ceño—. Ella se preocupa por ellas, y ahora yo también.

Aika se sintió un poco culpable al escuchar esto. Sabía que la situación entre Rikako y Riko era delicada, pero no había pensado en cómo eso podría afectar a las personas cercanas a ellas.

—Es complicado —admitió Aika—. Rikako ha estado lidiando con el hecho de que Riko extraña a su papá. No sé cómo manejarlo.

Suwa asintió, comprensiva.

—Lo sé. Aina me dijo que Riko estaba hablando de lo mucho que extraña a su papá. Pero Rikako parece estar haciendo todo lo posible por mantenerlo alejado. Eso no es fácil para Riko —dijo Suwa, con una mirada de preocupación en su rostro.

Aika se mordió el labio, sintiéndose atrapada en la situación. Sabía que Rikako quería proteger a su hija, pero también se daba cuenta de que eso estaba afectando a Riko más de lo que pensaba.

—Rikako solo está tratando de proteger a Riko, pero tal vez no se da cuenta de que su hija necesita saber la verdad —dijo Aika, mirando por la ventana—. La relación con su papá es complicada, pero no puede evitar que Riko lo extrañe.

Suwa se cruzó de brazos, reflexionando sobre lo que Aika decía.

—Quizás deberías hablar con Rikako. Ella confía en ti. Podrías ayudarla a darse cuenta de que alejar a Riko de su papá no es lo mejor para ninguna de las dos —sugirió Suwa.

Aika asintió, pero la idea le generaba cierto nerviosismo. ¿Cómo abordar ese tema sin hacer que Rikako se sintiera atacada?

—Tienes razón. Tal vez debería intentar hablar con ella. Pero no sé si esté lista para escucharme —admitió Aika.

Suwa sonrió de manera alentadora.

—Tú conoces a Rikako, ella siempre ha valorado tu opinión. Solo necesitas saber acercarte. Estoy segura de que lo entenderá —dijo Suwa, mientras se servía un poco de café—. Además, no estaría de más que tú y Riko pasen más tiempo juntas. Podrías hacer algo divertido con ella, como un día en el parque o algo así, para distraerla.

Aika pensó en eso y le pareció una buena idea. Crear un ambiente más ligero podría ayudar a Riko a sentirse un poco mejor.

—Tal vez tenga razón. Si Riko se siente cómoda, quizás pueda lidiar con sus sentimientos más fácilmente —dijo Aika, sintiéndose un poco más motivada.

Suwa sonrió y se reclinó en la silla, visiblemente aliviada.

—Perfecto. Entonces, ¿cuándo será el gran día? —preguntó, guiñándole un ojo.

—Déjame ver cómo se dan las cosas con Rikako primero. Quiero ser sensible a lo que ella está pasando. No quiero que se sienta atacada o presionada — respondió Aika, decidida.

Ambas continuaron charlando sobre sus planes, pero el peso de la conversación anterior seguía en el aire. Aika sabía que, aunque la situación era complicada, era importante abordarla con cuidado y amor. No podía hacer mucho por Rikako y Riko, pero iba a dar lo mejor dentro de lo poco.

Disturbia - KyanRikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora