Todo se derrumbó de nuevo. Todo lo que temía volvió a la mente, Malia está llorando, llorando hasta el punto de sollozar. No sé qué hacer o decir, nada justificará lo que hice, aunque me arrepienta amargamente.
Ella se aleja brutalmente, pasando las palmas de sus manos por sus mejillas rojas. Es irónico pensar que si fuera ese día, no estaría sintiendo nada más que lástima, pero al contrario, me siento la peor persona de este mundo.
- Te odio - sus palabras suenan bajas, pero firmes. - dices que te arrepientes, ¡pero hace unos minutos, le estás sonriendo! - ella sonríe amargamente entre las lágrimas. - ¡eso es patético! - ella baja la cabeza.
- Malia, ni siquiera la había reconocido - trato de explicarme, pero su risa me calla.
- ¿No? - ella levanta la cabeza, dejándome ver sus ojos bañados por las lágrimas. - Cuando lo reconoció, le encantó... - susurró.
- ¡Nunca me dejas explicarme! Ya lo he dicho todo, no estoy rogando por tu perdón, pero lo esperaré. ¡En ningún momento dije que me gustaba que apareciera! - Solté, sintiéndome asfixiada con toda esta mierda.
¿Es tan difícil de entender? ¡Está herida, lo sé! Pero joder, estoy tratando de ser una mejor persona, por ella...
- ¡¿Explicar qué, Cantrall?! - su voz sale fuerte, mientras da un paso vacilante hacia adelante. - ¡No hay explicación para tus actos! Todo lo que haces es tratar de manipular las situaciones. Le gusta cuando todo está en su control, siempre un paso por delante. Si realmente te arrepientes de toda esta mierda, ¡demuéstramelo! - sus palabras resuenan en mi cabeza.
- ¿Qué quieres que haga? Pide, y lo haré - no me lo pienso dos veces antes de hablar, dar un paso adelante, parando frente a ella. - solo pregunta, Baker... - susurro, manteniendo mi mirada fija en la de ellos.
Malia me mira sin reacción, pensativa. Su mente parece librar una batalla interna, pensando en lo que valdría la pena para liberar su perdón.
Sus ojos brillaron de una manera sutil, cargados de miedo y frialdad, dejando de lado su mirada dulce y tranquila.
- el dolor que me causó no hay vuelta atrás... - susurró, moviendo sus dedos. - las manos sobre mi cuerpo nunca desaparecieron. El dolor de un corazón roto no se compara con el asco que siento con solo mirarlo... Tú... Me has demostrado varias veces que lo estás haciendo diferente. Pero necesito más, Kylie... - Estoy lista para someterme a cualquier cosa para conseguir tu perdón.
Cuando sus manos tocan las mías de manera firme, mirándome con súplica, lista para pedirme algo fuera de lo común.
Robert es la primera persona que aparece en mi mente, sus planes listos para arrastrar a Malia a la oscuridad. Y por mucho que intente odiarme a toda costa, nunca me permitiría dejar que él la haga daño de nuevo.
Todavía recuerdo perfectamente la última vez que la vi. Recuerdo que después de ese día, pasaron meses hasta que pude caer en la realidad e ir tras ella para disculparme. Pero cada vez que me acercaba, Malia huía.
En mi última noche en Los Ángeles, estaba sola en casa cuando recibí una llamada. Su voz era llorosa y llevaba tanto dolor que podía sentir por ella. No me lo pensé dos veces antes de llamarla, y en pocos minutos, Malia ya estaba en la puerta de mi casa, con la expresión destruida. Incluso con todas las circunstancias, Malia me permitió acogerla en silencio, y así lo hice. Sus confesiones me hicieron sentir rabia y temer lo que podría pasar en el momento en que abordara ese avión.
A la mañana siguiente, ya no estaba allí. Y fue la última vez que vi a Malia Baker.
- Quiero que lo mates, Kylie... - sus dolorosas palabras resuenan en mi cabeza. - Necesito esto... - pidió con súplica, con los ojos brillando de dolor.
Matarlo. Es algo que he esperado todo este tiempo para escuchar de tu boca...
Malia no me da tiempo de decir nada, suelta mi mano y se da la vuelta, caminando con pasos tranquilos y con la cabeza gacha hasta la salida detrás de las gradas.
Un suspiro se escapa de mis labios, y mi cabeza entra en una profunda guerra. Matar a Robert no será fácil. Necesito atraerlo para finalmente terminar con su miserable vida.
- ¡Malia! - la llamo, en un tono alto, haciendo que deje de caminar y se dé la vuelta. - ¿todavía irás conmigo? - pregunto, con vacilación, viendo cómo sus ojos marrones se centran en el suelo.
- Sí... - ella habla en voz baja, volviendo a caminar lejos.
Paso la mano por mi cabello, sintiendo una angustia que hace tanto tiempo que no siento que me domino. Ver a Malia huir y llorar de nuevo me corroe por dentro.
...
- ¿Qué pasó, Kylie? - Joshua aparece a mi lado, de forma preocupada. - ¿por qué Malia se fue tan apresurada? - Me mantengo apoyada en la pared, con el cigarrillo entre los dedos, permitiéndome hundirme en algo que mata lentamente.
- Ella recordó - digo, manteniendo mi mirada fija en la salida del campo, viendo a las pocas personas que se iban. - Me siento como una niña de diecinueve años de nuevo - solté una risa nasal sin humor, dirigiendo mi mirada a Joshua.
- Tendrás que lidiar con las consecuencias de tus acciones ahora, Kylie. Lo que no hizo en el pasado, lo hará ahora - dice, tan serio como de costumbre. - están pasando tantas cosas, Malia no está soportando todo esto. Los recuerdos que regresan rápidamente, los descubrimientos que la están consumiendo poco a poco, necesita un tiempo para poder pensar en todo con calma, para que pueda darse cuenta de que has cambiado - escucho sus palabras con atención. Desde el momento en que conocí a Joshua, fue un gran amigo.
Siempre estuvo presente para aconsejarme y decirme dónde me equivoco para arreglarlo. Él sabe todo sobre mi pasado, especialmente sobre Malia. Para su mala suerte, estuvo presente cuando me fui de Los Ángeles, escuchó todos los dolores de una chica que decidió ser una mierda y herir a la única persona que estaba a su lado dispuesta a amarla de la manera correcta.
- Ella me pidió algo - suspiró, tirando el cigarrillo al suelo, soltando el humo a continuación. - pidió la muerte de Robert - Joshua abrió los ojos, sorprendido por la petición de su casi hermana.
- Todo lo que querías, ¿no? - intenta mejorar el estado de ánimo. - Haz lo que ella quiera, y ruega por tu perdón, confiesa que la amas... Es todo lo que Malia necesita escuchar: se me produce un nudo en la garganta al pensar en la posibilidad de confesar que la amo.
El silencio intenso se forma entre nosotros y no evito soltar un suspiro al ver a Aurora, la mujer pelirroja que debería haber desaparecido de la faz de la tierra.
- Debería acabar con ella, siento que se va a meter con Malia - Joshua habla con desdén, mirando a Aurora. - Voy a ir tras ella, pero piensa en lo que te dije, confiesa - pone su mano en mi hombro, sonriendo amablemente. - abre tu corazón a ella, Kylie. Tal vez escuchar eso de ti es lo que ella necesita para comenzar a sanar.
Trago seco, la posibilidad de hacer eso me corroe por dentro, de confesarla y lastimarla sin querer.
- pero tómatelo con calma, respeta su tiempo y quédate a su lado, como ella necesita. - suspira, apretando mi hombro de manera reconfortante. - y, sobre todo, prométete a ti misma que nunca la dejarás lastimada de nuevo, ni por nadie... ni por ti. - es lo último que dice, antes de salir y dejarme sola, pensando en sus palabras.
No puedo hacerle daño. Necesito decir la verdad, abrirme a ella y hacer lo que ella me pidió. Mantendré a Robert sin ni una pizca de piedad, y le haré sentir cada dolor que ella sintió...
Lo siento por ellas 😞
Joshua siempre sensato.
Lá verdad yo creo que van a sufrir en los siguientes caps 😔
ESTÁS LEYENDO
SUSURROS DE MEDIANOCHE - Kylia
FanfictionDurante la madrugada, una serie de asesinatos golpea la ciudad, aterrorizando a todos. Malia Baker, decidida a ayudar a su padre en la búsqueda del criminal, se enfrenta no solo al miedo a la muerte, sino también al desafío de lidiar con su professo...