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Su toque es suave, pero algo posesivo, clavando sus dedos en mi cintura, dejando que su lengua se deslice por la mía en el control, realmente arrancándome suspiros pesados, sintiendo mi cuerpo encenderse con el calor de su cuerpo

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Su toque es suave, pero algo posesivo, clavando sus dedos en mi cintura, dejando que su lengua se deslice por la mía en el control, realmente arrancándome suspiros pesados, sintiendo mi cuerpo encenderse con el calor de su cuerpo.

Kylie se aleja, mirándome como si fuera una presa, mientras sus labios se curvan en una sonrisa maliciosa, subiendo su blusa, arrancándola de su cuerpo. No evito bajar la mirada a su cuerpo, la barriga bien definida y el sujetador rojo que resalta su piel. Mi respiración falla y no dudo en acercarla de nuevo, dominando sus labios en un beso intenso.

Sus manos recorren mi vientre expuesto, encontrando la barra de mi blusa, alejándose para quitársela. Kylie tiró la pieza a un lado, acercando su rostro, comenzando a besar lentamente mi cuello, lamiendo y chupando la piel expuesta.

Sus labios bajaron por mi clavícula hasta estar entre mis pechos. Suspiro esperando su siguiente paso, pero ella se aleja, enganchando sus dedos en mis pantalones cortos, tirando de ellos entre mis piernas junto con las finas bragas que ya estaban destruidas.

El frío se instala en mi estómago cuando ella separa mis piernas, sonriendo desde un ángulo antes de inclinarse sobre mí, dejando besos húmedos por mi vientre hasta uno de mis pechos.

Ella me mira de esa manera que me hace vulnerable antes de girar la mía en el pico de mi peco, apretando el otro sin delicadeza, haciéndome suspirar.

Kylie bajó su mano entre nuestros cuerpos, acercándola peligrosamente a mi intimidad y en el impulso rodeé su cadera con mis piernas, agarrando su cabello, totalmente entregado.

Oigo su murmullo y sus labios se alejan de mi piel, levantando el rostro hasta estar frente al mío, con el aliento jadeante mezclándose con el mío. Mi mirada se intercala entre sus labios que llevan una sonrisa de esquina y sus ojos marrones que brillan entre la oscuridad.

Cantrall amenaza con besarme, sonriendo de forma perversa, observando mis reacciones a sus toques en mi intimidad, que aumentan la intensidad del calor en mi cuerpo, haciéndome arquear la espalda. Sus movimientos son rápidos y me golpean de forma profunda. No me lo pienso dos veces antes de hundir las uñas en su piel expuesta, rascándola sin pensar si quedará marcada o lastimará.

El gemido que estaba atrapado en mi garganta se suelta, entre suspiros y espasmos de mi cuerpo, sintiendo la ola de placer intensificarse en mi núcleo así como los gemidos bajos.

Oigo un golpe en la puerta, pero no puedo razonar sobre cuando Kylie me besa, quitándome el aliento, explorando mi boca, evitando que mis gemidos salgan.

La sensación de querer liberar y agonizante y sus movimientos son tan rápidos que me cuesta volver a besarla, sintiendo que todo se aprieta y la sensación deliciosa me golpea.

- ¿Malia? ¡¿Está todo bien ahí?! - la voz de Ruby es casi un susurro ante esta situación.

Mi pecho sube y baja rápidamente, dejándome llevar por el placer, deshaciéndose en sus dedos. Abrazo su cuerpo sudoroso, sintiendo que todas mis fuerzas se han ido.

SUSURROS DE MEDIANOCHE - Kylia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora