Verso 5

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First

«Siete, dos y uno.» Bufé.

Crucé los brazos por detrás de la nuca tumbado y repasé: Siete pasos desde la cama. Dos empezando a contar en la puerta. Una finísima pared que podía tirar abajo.

«Siete, dos y uno...» eran los tres impedimentos que me apartaban de Khaotung y de la posibilidad de cumplir todo lo que estaba pensando.

Joder. Puto Jong.

¿Por qué lo había metido bajo nuestro techo?

La Noche que Paramos el MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora